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Perfecta combinación de disciplina y emoción. Dar clases de danza es muy difícil porque en un mismo grupo hay personas con distintos niveles y distintas capacidades. Cristina sabe adaptarse a ello sacando lo mejor de cada una y promoviendo la superación personal. No solo es una magnífica bailarina que sabe transmitir la belleza del perfeccionamiento y la técnica, sino que además tiene una inteligencia social que le permite adaptarse a cada persona en su forma de comunicarse y motivar al alumnado, favoreciendo un ambiente agradable y positivo. En sus clases se aprovecha cada minuto y los avances son muy notorios desde el primer momento. ¡Cada día un paso más, cada día un paso mejor!
Cristina es una profesora maravillosa, tanto profesional como personalmente. Es una persona muy bien preparada, trabajadora, humilde y muy amable. Trata con respeto y cariño a sus alumnos, animándolos cuando hacen los ejercicios bien y corrigiéndolos con ternura cuando se equivocan en algún paso o postura. Me dio clase durante casi una década cuando era pequeña y es una de las mejores profesoras de ballet que he tenido. Sin duda, mi pasión por el ballet es, en gran parte, gracias a ella.