Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
El otro día un grupo mafioso de ciclistas golpeó mi vehículo. Eran ocho e iban ocupando dos carriles en el centro de la ciudad. Les pedí que usaran solamente uno y golpearon mi vehículo y me amenazaron con darme una paliza, mientras otros vigilaban por si llegaba la policía. Ésos no eran deportistas: eran macarras mafiosos.