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He ido ahora en invierno ( febrero) y el agua es fresquita pero tolerable según cada quien. el olor es particular pero aceptable y totalmente normal por las propiedades que poseen estás aguas. El camino para llegar allí está un poco abandonado y un poco difícil de encontrar, pues están al final del todo después de pasar el puente y un descampado. Aún así hay mucho contacto con la naturaleza y merece la pena visitar
Hermosas piscinas de agua tibia para darse un baño. Cuando visitamos (finales de enero y final del día), apenas había gente. Puedes entrar en piscinas cubiertas o al aire libre. No es muy cálido, pero sí más cálido que una típica piscina de río. Como consejo, ingrese al pequeño sendero a la derecha al comienzo de la caminata, justo después de caminar. Allí hay un puente romano sorpresa y el agua está más caliente.
Parece que si las autoridades locales hubieran invertido un poco, este podría haber sido un lugar encantador. Corriente de agua llena de azufre que sale de la fuente en la roca, hermosa corriente y puente. Pero todo es un tanto desagradable. Difícil de conseguir para personas mayores o discapacitadas. La 'cueva' construida por el hombre es desagradable y no entiendo por qué la erraron. Podría haber sido bueno si se hubiera dejado abierto. Podría haber sido genial pero fallando en todo. El aparcamiento está a 10 minutos a pie.
Situado en un precioso lugar donde puedes practicar deporte y hacer ruta de senderismo. El agua tiene un peculiar color y olor, en algunas zonas el olor es más fuerte, pero merece la pena verlo y si te puedes mojar los pies pues mucho mejor.
Really nice Roman baths. It smells like sulfate and that's why the color. Very interesting experience. Good parking only 10 min away from.the baths. Highly recommende.
En invierno viene poca gente y aparecen más animalitos (peces, tortuga, patos salvajes, etc), hay mucha tranquilidad, energía pura y sensación curativa.
Maravillosos baños árabes de la Hedionda. Debido a su reciente popularidad, suele haber mucha gente por lo que no se disfruta tanto de la experiencia. Las aguas sulfúricas huelen un poquito mal, pero merece la pena.
Un paraje Maravilloso, en un entorno natural fantástico. La gente con la que coincidí muy sociable. Cuando llegamos habían restos de basuras por los suelos de algún incívico, pero fue un hecho muy puntual, nos dijeron. Siempre está limpio.