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Comida absolutamente horrible. La camarera hablaba bien inglés y fue lo suficientemente educada hasta que vino a decir que estaban cerrados y que tenía que irme, media hora antes del cierre. La carne llegó y parecía comida para perros, con crujiente. Una taza de té. 12€. Cuando el plato de comida estaba en el menú por 6 €. Un no rotundo de mi parte
Buenos desayunos y menús diarios a buen precios y buenísima calidad. Muy buena atención por parte de las camareras, amabilidad y con una sonrisa siempre por delante.
Buena atención y muy buen menú, por 10 euros por persona, elijes un primer plato, segundo, bebida y postre, las chicas muy simpáticas, y la comida casera, no es un restaurante Michelin, pero cada vez que me coge de paso intento comer aqui
Bueno, la verdad que no se come muy mal, y la atención de la camarera ha sido fantástica, muy amable, la paella buena, lo malo que encontré una mosca en la ensalada. Me acaba de llamar Jeff Goldblum para ver si quiero hacer la segunda parte de la mosca.
Se desayuna genial, los molletes estan super ricos y siempre me traigo una botellita de aceite de primera prensa para casa, esta riquísima. El desayuno muy rico y a buen precio! Repeto siempre que paso por allí.
La camarera tiene menos sangre que un poni.sin embargo los chicos de la barra super atentos.le tuvieron que llamar la atencion y todo para cobrarme.vamos no vuelvo a parar.
Paramos aquí para desayunar en el inicio del viaje a Fuengirola. Un lugar bastante concurrido de gente. Precios moderados aunque con cierto estrés por parte de los camareros para atender, pero bueno, un sitio de paso que da el apaño
Restaurante modesto pero tienen un buen menú por 10 euros. Muy rico lo que he comido y sirven rápido. Esta bastante accesible en silla de ruedas y tienen baño adaptado. El personal muy amable. Muy recomendable.
Ideal para tomar un bocadillo y darnos un descanso en la carretera. El " Pepito" (bocata de filete, pimiento frito, tómate y mahonesa opcional) es increíblemente bueno. El personal encantador y servicial.
El desayuno muy bueno, molletes y aceite de calidad de la zona, además iba con dolor lumbar y me busco un sitio en la barra, hemos comprado molletes para llevar y aceite del molino los Pérez. Desayunar 2 personas, botella de aceite de 750ml, y bolsa de 6 molletes grandes 16 €.
Restaurante con menús bastante completos y variados, indudablemente sin grandes pretenciones ya que es un Restaurante de carretera, pero se come bien y el servio es rápido y sus camarer@s muy atentos
Comida casera súper exquisita y el postre lo mejor. Me ha sorprendido mucho la tarta de 3 chocolates con trocitos de almendra pero en su justa medida. Muy pero que muy recomendable. Y la atención de la camarera y el camarero ha sido genial. Además hay terraza en la que, con mucha amabilidad, nos han dejado estar con nuestro hijito perruno. Todo genial?
Buen sitio para hacer un descanso y comer algo. La única pega que pongo es que un camarero llevaba la mascarilla en la barbilla. Todos los demás la llevaban correctamente. Cuando estás cara al público y tratando con alimentos y bebidas no puedes hacer eso.
El servicio muy buena. La comida regular. Sobre todo la paella. Supongo sería por la hora que llegue. Muy tarde para comer. Pero el servicio de camareras excelente
La camarera encantadora. Platos abundantes y a muy buen precio, cosa que se agradece porque uno no sabe a lo que se expone parando en un bar de carretera. La comida muy buena. La carne con tomate genial, y los montaditos de gambas con más gambas que he visto en mi vida. Por poner un pero, no les quedaba más Ali Oli. Pero no pasa ná. Mayonesa y palante seguro que volveremos
Los camareros son rápidos, simpáticos y amables acabamos de comer unas tapas frías ahora mismo allí y no nos lo podíamos creer todo buenísimo y baratísimo! Un 10
Magnífico sitio para comer. La comida estaba riquísima y los camareros súper atentos y muy amables. Volveremos sin duda, lo mejor el salmorejo, el pisto y los postres!
Bien calidad precio, buen servicio, rápido y limpio. Pero LA COCINERA NO USA MASCARILLA ni dentro de la cocina ni fuera, y aunque lo demás esté todo genial esto lo estropea todo. No está la cosa como para tomarse este detalle en broma, espero que tomen medidas.
Me ha encantado! La mejor Sopa de Picadillo que te puedes comer en toda España! De echo, desde el año 2007, por un cambio de ruta, no había podido volver allí a comer. Hasta el pasado jueves. Y la sorpresa es que sabía Exactamente Igual! Detalle que le pregunté al camarero y éste me confirmó que era la misma cocinera. Un placer saludarla y felicitarla por su gran Trabajo
Lugar tranquilo de carretera sentido Málaga. Tapas generosas a 2,5€. Me gustaron las dos que pedí: callos con garbanzos y carrillada de cerdo. Menú a 9€
Un lugar en el que parar a descansar si vas de viaje. Amables en el trato. Tienen una curiosidad. El baño de mujeres, que es muy grande, tiene una ducha peculiar. Cuenta con un enchufe en su interior.
Las tapas estaban ricas y a buen precio. Recomiendo el salmorejo y la carrillada. Lamentablemente no admiten mascotas, así que las 4 familias que paramos allí con perros nos vimos obligados a comer en la terraza de chapa a 40 grados. Pedí un poco de agua para el perro y tampoco me la pusieron.
Entramos con dos bebés después de un montón de horas de viaje y como las dos mesas de la barra estaban ocupadas nos ofrecieron que nos sentáramos fuera a 40 grados porque el salón de dentro ya lo habían limpiado y no querían que pasáramos. La humanidad le salió del alma a la camarera jovencita de la barra. Claramente nos fuimos. Nunca volveré a parar
Tiene un acceso bueno desde la autopista. Tiene un buen.aparcamiento, incluso algunos con sombra. La terraza.exterior esta.bien. El bar interior se ve chico, con una.sola.mesa, pero.detras tienen mas espacio. La atencion es buena. Los moletes para desayunar.estan bien. Punto negativo el cuarto de baño. Sepuede pagar.con tarjeta y el precio esta bien.
La comida regular y el servicio también, había grandes diferencias entre la calidad de los platos incluso siendo iguales. Comimos de menú, y había una interesante variedad a elegir, entraba cualquier bebida por el mismo precio. De primero la ensalada de pollo era solo lechuga con algo de pollo, no estaba mal pero es que también entraba un revuelto campero que sin duda era un plato más bueno y que llenaba mucho más. De segundo el solomillo a la pimienta el mismo plato algunos tenían trozos muy quemados y secos pero otros bien. Sin lugar a dudas la amabilidad del servicio es el único punto fuerte aunque la profesionalidad depende de quien, tuvimos que pedir 3 veces los cafes para que los trajeran y uno de los platos pedidos del menú se les olvidaron.
Servicio muy lento y nos sirvieron comida en mal estado. Los postres dejan mucho que desear. Es un sitio de carretera, no se puede esperar más. Eso si, la camarera que nos atendió muy simpática.
Muy apropiado. Es el típico bar de carretera tras el "frenazo" en un desvío. Parada para descansar y reponer fuerzas. Coincidi con varios conductores más que pararon y el local se llenó en un momento.y si rápido se llenó, más rápido nos atendieron. Sin duda sus trabajadores, una chica y un señor, saben a lo que se dedican y entienden la posición del sitio. Pude ver un salón interior amplio, por lo que presumo que se dan comidas. Pero era demasiado temprano para apreciarlo. Recomendable al máximo. El desayuno fue bueno y asequible.
Venta de carretera con una buena atención y unos platos en el menú aceptables con lo que hacen que la experiencia no estuvo mal siempre siendo conscientes que no es un lugar de cinco tenedores es un lugar de parada en el qué predominan los menús
Paramos para descansar un poco y que nuestra mascota andará, buen sitio para hacer una parada y muy amables los camareros, aunque fuera vimos orugas (cosa que es normal porque es campo) naturaleza.pero cuidadin con las mascotas!
La verdad que la.comida malisima, pasta recien sacado del agua mezclado con salsa y filete de pollo super seco finísimo y patata frita cruda y otra quemada, muy muy malo
La comida bien, pero el servicio mal. A pesar de tener mesas vacías metían prisa para que uno se marchase del comedor, llegando incluso a servir el postre, que era helado, antes de terminar el segundo plato.