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A veces, viajando por lugares perdidos uno hace descubrimientos como este, cuando ya creía que los bares de pueblo de los de "toda la vida" se habían extinguido.
En este bar, puedes comer perfectamente a base de tapas caseras, que incluyen platos de cocina tradicional. Las tapas son generosas ademas de buenas y los precios de los que ya no se ven. Estas tapas acompañan a unos tercios de estrella Galicia que sirven muy frios y con su copa reglamentaria. Nosotros probamos las migas, de semola y muy bien acompañadas y el "completo" (lomo, huevo, mimiento)
Pero también tienen platos y raciones que merecen la pena. Quiso la casualidad que compartisemos comedor con un grupo de moteros franceses que habían encargado un arroz; en la distancia vimos que ese arroz tenía muy buena pinta y preguntamos si podíamos pedir un plato o una tapa; como había sobrado algo, tuvieron la generosidas de servirnos un plato. y desde luego no nos decepcionó. Es un arroz consistente, especiado (se nota el sabor del azafrán la pimienta y algo más), con generosos trozos de calamar y como ingrediente curioso algunas habas; es de esos arroces por los que merece la pena deviarse del camino y parar aquí a comer.
El servicio, excepcional, amabilidad, rapidez y ganas de que el cliente se marche contento.
Sin duda es un sitio que me guardo entre mis favoritos para volver a visitarlo en más ocasiones. Al final 4 tercios con sus tapas, un plato de arroz (más que generoso) a compartir y una copa de pacharán (muy bien servida) algo más de 24 euros y no probamos nada más porque estabamos llenos, y eso que al menos yo soy de muy buen comer.
La única pega que le pongo es que no tenían ningun postre casero, solo helados industriales. Les recomedaría tener un postre caser, aunque sea solo uno, si es posible que sea típico del pueblo o de esa zona, para queya la experiencia sea perfecta.
Fuimos por primera vez y nos encantó, las tapas muy buenas y generosas, el servicio rápido y amable, el local típico de pueblo pero acogedor, sin duda volveremos
Todo excelente! Muy buena atención, ambiente y las tapas abundantes y muy bien hechas! Pasteles buenísimos y de precio muy muy bien! Super recomendable!
Parada obligada si pasas por instincion Almería, tapas de comida casera como el trigo muy bueno y tapas variadas buenas y contundentes y el trato amable
Me pareció genial.la atención, la comida y todo.no lo conocía pero lo recomiendo por lo buena que hacen la comida de cuchara.y las tapas abundantes.generosas cómo se suele decir. PROBARLO.repetireis.un saludo al restaurate
A este pueblo hemos venido muchas veces, pero nunca a este bar, hemos entrado por probar y nos ha sorprendido muchísimo a Bueno, por supuesto. Tapas caseras de pueblo. El trigo me ha encantado, llevaba años sin probar uno tan rico como este, las migas Super completas, llevaban de todo. Mi hijo con la hamburguesa ya ha comido, la asadura riquísima tb, y el precio super bien
Para comenzar he de decir que solo hay este bar en el pueblo, el servicio al público es deficiente, el propietario no transmite pasión por estar ahí, la palabra GRACIAS no existe en este bar. Precio caro si lo comparo con muchos bares que visité en Almeria, una lata de refresco para llevar 2€, en una ciudad grande rara vez te cobrarían esto a no ser que sea zona muy turística. La carne con tomate la dejamos porque era incomible. Estuve 10 minutos en la barra esperando que alguien me atendiese, pero el propietario incluso sabiendo que estaba en barra no quiso entrar, tuve que salir a pedirle fuera e incluso así se tomo su tiempo. No se te ocurra intentar pagar con tarjeta, algo que por obligación ha de tener todo tipo de negocio. Comprendo que es un pueblo pequeño y estos locales están acostumbrados a las mismas personas de siempre, pero el ser educado, amable y no digo simpático porque esto ya sería misión imposible, ayudaría un poco. Con la cantidad de incidencias que tuvimos en este local en tan solo un día, el resto de días decidimos mejor ni asomarnos por allí y no es un lugar que invite a regresar a comer. Es una pena porque el pueblo es muy bonito, peculiar con sus detalles.
Fuimos por las críticas positivas leídas aquí pero para nuestro punto de vista dejó mucho que desear. Cubiertos de plásticos, el hombre (camarero) sin mascarilla, se quejaba de porque nos poníamos en la terraza y no dentro que no podía estar en todos lados, malos modales ya que nos dejó pidiendo una de las veces y se fue, y el precio nos pareció muy caro para la comida que fue ya que comimos a tapas y salió a 3 euros la tapa sin bebida. Como parte buena el arroz y las migas están recién hechas y estában bastante ricas, aunque no volveríamos a este bar de este pueblo.
Y una cocina que está claro recomiendo su trigo zurullo a sus asadura buena cerveza en un sitio puente entre el Alpujarra y Almería en donde yo siempre me pararía