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Un lugar emblemático en el centro de Tarifa. Junto a la Iglesia de San Mateo. Tiene diferentes salones donde se hacen conferencias, presentaciones, etc. También dispone de un bar donde tomarse algo a muy buenos precios. También tiene salones exclusivamente para socios.
Estuvimos un par de veces. Encantados con los camareros, muy amables y simpáticos, además de con los precios. Sitio muy económico y un ambiente lugareño
Este lugar llamado “SOCIEDAD CULTURAL Y RECREATIVA CASINO TARIFEÑO” es una Sociedad privada y sin ánimo de lucro, compuesta por personas que quieren y desean conservar este emblemático y antiguo lugar. Aunque es privado con entrada restringida para Socios, la Junta Directiva actual permite el acceso libre y uso de algunas de sus instalaciones, con el ánimo de que todos conozcan este antiguo lugar y se animen a hacerse socio para disfrutar de él y ayudar a su conservación. El Bar de la citada Sociedad, lo regenta actualmente una persona independiente de la Sociedad, pero con muchas ganas de ayudar a la misma, lo cual se le agradece, y aunque es para atención de los Socios, se permite como ya se ha indicado anteriormente, el uso de los servicios de este Bar, a personas que visitan esta Sociedad y que lógicamente no han sido socios de la misma. Si aun no eres socio de esta emblemática y antigua Sociedad, te animo a que te hagas, no se exige cuota de entrada.
Excelente lugar con excelentes personas. T sientes como en casa. Soy cliente habitual, trato buenísimo y comida casera y reciente cada día. Muy rcomendable si buscas sitio y comida típicamente tarifeña.
Cuando entramos preguntamos que si nos podíamos sentar en una mesa que estaba vacía. El camarero nos dice que si, que “gloria bendita”, palabras textuales. Despues de nosotros entró otro grupo, que se sienta en una mesa tras la nuestra. El camarero tiene que pasar a la ida y a la vuelta por delante de la nuestra. Los atienden antes a ellos, entendible, es posible que no se hayan dado cuenta de que estábamos nosotras antes. Les toman la comanda, les sirven las bebidas, les ponen la comida y a nosotros aún no nos han dicho ni siquiera buenas tardes. Nos levantamos para irnos y lo único que hace el diferente personal es meterse en la cocina. Falta total de respeto. Lo bueno que a día de hoy podemos advertir a los posibles nuevos clientes. La estrella es evidente que la pongo para poder hacer la reseña.