Cathedral Square

En Navidad es un lugar para visitar con música a determinadas horas. Sencillo pero bonito y agradable.

Plaza muy espaciosa frente a la catedral, te permite observar todos los detalles de la fachada.
Suele estar muy tranquila.

La Plaza con sus palmeras y su recogimiento era un lugar idóneo para el lucimiento del Señor de Almeria. Estuvo maravilloso. Chele

Des de fuera muy bonita, una de las pocas que he podido ver del estilo gotico. Una lastima que no estaba abierta.

Plaza que está rodeada por la catedral fortificada. PAlacio episcopal y hotel catedral. Punto histórico.

Las luces de Navidad bonitas, pero durante todo wl año me gustaría que los alrededores estuvieran más ambientados como en otras ciudades, y que no hubiera tantos comederos de gatos en sus huecos, huele fatal

Es muy hermoso, aunque no he estado allí en persona, por la foto se ve, es acogedor, hermoso, festivo, salud, felicidad, longevidad para todos,

Plaza donde se encuentran la Catedral de Almería, único en su género ya que se trata de una catedral-fortaleza, del siglo XVII, de edificación gótica y portadas renacentistas, que fue construida tanto para el culto, como para la defensa de los ataques realizados sobre la ciudad por los piratas berberiscos. Frente a esta se encuentra el Obispado de Almería.

Aunque pequeña, la plaza del centro histórico de Almería es muy bonita por sus palmeras y su suelo de mármol. En la plaza puedes tomarte una tapa y una caña directamente o subir al hotel de la esquina para apreciarlo desde arriba.recomendado

La plaza está llena de mármol. Esto significa que incluso en el día de la semana más común, es una experiencia acústica especial cuando los autos se abren camino a lo largo de él.
Por supuesto, la catedral y los edificios circundantes crean el ambiente. Pero también depende mucho de la hora del día.
Especial atención merece el hotel de la esquina de la plaza

Es un lugar muy tranquilo y bonito.
En ella también se realiza actos religiosos y lúdicos como mercadillo medieval, artesanal etc.
También de celebran actividades musicales teatro etc.
La recomiendo visitar y ver la catedral de la encarnación

Un buen sitio para empezar la visita a Almería, viendo la catedral y el convento, imprescindible entrar a la catedral, merece la pena

Visita obligada. Ver la peculiar catedral-fortaleza, con sus dos escudos al frente, el sol en un lateral, el significado de las 24 palmeras que tiene ante ella, ver el balcón desde donde dio el discurso el general Patton.

Historia de La Catedral de Almería

Dos mil
años de Cristianismo

Hablar de la Catedral de Almería es hablar de la historia de la ciudad en los últimos cinco siglos, ya que la vida espiritual de la comunidad almeriense tiene como norte y guía de su devoción la catedral-fortaleza de la Encarnación, donde se ubica la cátedra del antiquísimo obispado de esta región del sur peninsular, en la que la evidencia histórica evoca dos mil años de Cristianismo.

La antiguas y venerables tradiciones afirman que San Indalecio, Varón Apostólico, fundó en la cercana Urci  (actual Pechina) en el Siglo I la primera comunidad cristiana de las tierras almerienses, convirtiéndose en su primer obispo y muriendo mártir por predicar la palabra de Cristo.

Los hallazgos arqueológicos paleocristianos corroboran la presencia de la comunidad cristiana fundada por San Indalecio, hasta la invasión musulmana del Siglo VIII. Abderramán III, en el período de apogeo del Califato de Córdoba, erige Almería como centro neurálgico de la comarca, que durante la época de Taifas (Siglo XI) vive un período de esplendor urbano, cultural y comercial debido, fundamentalmente, a su situación estratégica a orillas del Mediterráneo.

Durante una década, la ciudad pasó a estar controlada por las tropas cristianas comandadas por Alfonso VII de Castilla, que no pudo esquivar el envite de los almohades, que reincorporaron la ciudad al dominio musulmán nuevamente hacia 1157; desparecido el poder almohade, Almería pasó a formar parte del Reino Nazarí de Granada hasta que en 1489 las tropas de los Reyes Católicos recobraron la ciudad a la fe cristiana, reinstaurando en ella el antiguo episcopado fundado cientos de años atrás por San Indalecio, cuya memoria se habilita nuevamente.

En los años siguientes se levantó una primitiva catedral en el perímetro que en tiempos medievales fue ocupado por la Mezquita Mayor, aunque este primer templo quedó seriamente dañado por un terremoto. La llegada del obispo Fray Diego de Villalán dará un impulso definitivo al patrimonio urbano –y espiritual- de Almería con la construcción sobre un emplazamiento diferente de un nuevo templo madre de la diócesis: la Santa, Apostólica Iglesia Catedral de la Encarnación, con su notable aspecto exterior de fortaleza para la defensa frente a los continuos ataques de piratas berberiscos que asolaban las costas mediterráneas.

Para ello, se valió del buen hacer del arquitecto Juan de Orea, quien, siguiendo la estela de Diego de Siloé y Pedro Machuca, proyectó la ejecución de la nueva catedral bajo los postulados del más clásico Renacimiento artístico del siglo XVI, que rezuma en los diversos espacios que componen este recinto sacro. Las obras fueron impulsadas y ampliadas años después bajo el episcopado de Fray Juan de Portocarrero, gran mecenas y promotor de la construcción de la Capilla del Sagrario anexa a la Catedral.

En los siglos siguientes la Catedral fue dotándose de un rico patrimonio escultórico y ornamental, el cual, lamentablemente, fue destruido casi en su totalidad durante los trágicos sucesos de la Guerra Civil (1936-1939), en los que una parte del clero almeriense, junto a su obispo, el Beato Diego Ventaja, perdieron la vida. Terminada la contienda, durante las décadas siguientes, los obispos almerienses promovieron la reconstrucción del patrimonio dañado no perdido y, más aún, paulatinamente fue aumentándose, y hoy puede apreciarse en las magníficas Salas de Exposición Permanente –Levante y Poniente- habilitadas junto al claustro neoclásico de la Catedral, alzado en el siglo XVIII.

Maravilloso lugar lleno de magia por la noche con la luces iluminadas hacen a la Catedral un lugar con magia

GUAUUU. Maravilloso! Un precioso decorado, un delicado gusto de luces y música. Volveré cada año desde Terrassa, por supuesto.

En Navidad siempre la decoran muy bonita. Y hay muchos puestos como algodón de azúcar, juguetes, castañas. Además hay varios bares y restaurantes y un hotel. La catedral es muy bonita y merece la pena visitarla.

Espacio emblemático de Almería y de los que le dan su identidad, recomiendo sentarse en el bar Montenegro y disfrutarla tomando algunas tapas. Merece la pena circunvalar la catedral y disfrutar de las diferentes vistas de la fortaleza catedral, en el lateral Este está el Sol de Portocarrero símbolo de la ciudad. Próximamente se podrá subir a la torre de la catedral que permitirá verla desde otra óptica.

Ahora que han crecido las palmeras es una plaza resultona. Ojo con el pavimento resbaladizo algunas noches (un cero a los responsables de Ayuntamiento que escogieron este pavimento)

Ahora en Navidad está con una muy agradable decoración navideña de luces. Cerca está el museo de la guitarra, la terraza en azotea del hotel catedral para tomar copas.

Impresiona ver que claramente que la Catedral fue una fortaleza y la combinación de las palmeras fuera en la plaza, hace que sea una estampa pintoresca para cualquier visitante.

Una plaza sin mas, ni siquiera hay bares. Personalmente a nosotros no nos ha gustado. La catedral tampoco es que sea de las mas bonitas. Poco ambiente, poco concurrido. Un poco decepcionante, la verdad.