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Aquí hice la instrucción en el año 89,la entrada ha cambiado mucho,es la primera vez q vengo,desde salí como soldado a mi destino,eso sí me acuerdo q la cantina muy cara y el la furgoneta q venía al final del día en la instruccion era cara también. La comida del cuartel muy mala.podías cenar en la cantina,me tocó 1 Compañía.
-C.I.R. de Camposoto. Me asombra ver que le califican como Gran Resort, instalaciones deficientes, etc. Tantas quejas vertidas por aspirantes a soldados profesionales, aspirantes a obtener una profesión mientras cobran por ello.
Yo estuve en estas instalaciones en el año 1974, llegué un 16 de enero, asustado, acomplejado y con frio, después de un día en un tren infernal con paradas en todas las estaciones y apeaderos, pasé casi tres meses en el tercer piso de una litera con el petate sujeto en la barandilla de la misma, sin armarios ni bancos ni ningún útil que te proporcionara una mínima comodidad. Techos de uralita, con grandes aberturas en sus juntas con las paredes del edificio por donde pasaba el aire y el frio del invierno y nadie se quejaba y el sueldo era de 30 pesetas.
¿A alguno le suena esto?
"'5ª compañía, 2º batallón, todos en el campamento te dirán que es la mejor."
Gran Resort, del que pude disfrutar en un pasado. Buffet libre, habitaciones espaciosas, incluso te dan ropa de diario. La única queja es que todo está a tope y hay que hacer cola para todo. Lo mejor, que todo es gratis
Deficientes instalaciones, especialmente para los militares de la Escala de Tropa que viven allí. En determinadas épocas del año los mosquitos son un verdadero suplicio. El Hogar del Soldado, abusando de no tener competencia, maltrata a sus clientes. Las máquinas de café que hay en varios sitios del cuartel suelen enriquecer el brebaje que sirven con hormigas y restos de cucarachas flotando. Se llama Camposoto pero hay quien lo conoce como Campoloco.
Fui instruido durante 40 días para la jura de bandera del reemplazo 1/91. Mi destino fue a la compañía cuartel general en el desaparecido acuartelamiento General Varela en Cádiz capital, por motivos de las malas instalaciones que sufrió con el paso de los años fuimos agregados de nuevo al acuartelamiento de Campo Soto en San Fernando y seguí formando parte de la unidad de fusileros de infantería de tierra del Cuartel general. Fuimos el último curso y año de los soldados que hicimos doce meses de servicio Militar obligatorio antes de que pasara a ser profesional. Maniobras por un tubo y guardias y refuerzos por otro. Lo mejor fue el compañerismo, lealtad y formación ya que tuve la gran suerte y el honor de pertenecer a la unidad de fusileros de infantería de tierra de la compañía cuartel general y todos los viernes hacíamos prácticas de tiro con fuego real y todas las armas ligeras que usábamos en aquel tiempo. Mi preferida La ametralladora MG y Fusil de asalto CETME modelo C más conocido como el Chopo ambos del calibre 7'62. PD: Si alguno de mis camaradas de armas pertenecientes al curso 1/91 de la unidad de Fusileros del cuartel general leen estan palabras me gustaría poder tener contacto con ellos. Soy Del Puerto de Santa María de apellido De La Cruz Selma. Tambien me pueden reconocer como el que tuvo el accidente de motociclismo estando de permiso el día 27 de Julio del año 1991. Me licencié sin un solo día de arresto y no porque no tuve motivos para ello, sino porque fui astuto y silencioso como el lince que representaba mi Compañía en el banderín. Infante seré hasta el día que la muerte me reclame para seguir bajo el mando de nuestra patrona la Virgen de la Inmaculada. Orgulloso de ser infante y Español.
El mejor quitapamplinas de la provincia de Cádiz. Tuve la suerte y el privilegio de conocer grandes personas de diferentes provincias españolas. Todas y todos igualitos durante unos meses, sin importar el pedigree que tuviera el apellido del aspirante a soldado. Recuerdos imborrables.
Realicé una visita con mi hijo al acuartelamiento. Tuve la suerte de tener como guía al Brigada Rioja, jefe de la Oficina de Comunicación del Cefot. Ejerció de cicerone de manera exquisita, con una disposición absoluta y una amabilidad encomiable. No tengo más que palabras de agradecimiento. Gracias por acogernos con tanto cariño.
Tuve el honor de hacer el servicio militar en este acuartelamiento hace ya muchos años y guardo buenos recuerdos de mi estancia en estas instalaciones y de la ciudad de San Fernando. Una muy buena experiencia en la que conocí grandes profesionales de los cuales aprendí mucho.