Centro Juvenil Eirené
3 opiniones C. Condes de Bustillo, 17, Sevilla +34 954 33 14 88 www.instagram.com/cj_eirene Sugerir una edición
28 septiembre 2020 1:57
Ambiente acogedor en el cuál brilla el espíritu Salesiano en los jóvenes. Allí conocí a gente que a día de hoy son muy importante para mí. Siempre recordaré aquellos viernes por la tarde jugando allí con amigos.
25 julio 2020 3:36
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Pese a que el carisma salesiano esté presente en el ámbito escolar de la casa, es en el centro juvenil donde podemos encontrar, a mi juicio, lo más parecido a lo que originalmente Don Bosco hacía con los jóvenes de Valdocco.
Realmente, las opiniones de una organización juvenil (y de cualquier sitio como este) dependen muchísimo de la gente con la que te encuentres. Eirené (aunque creo que todos los centros juveniles salesianos funcionan de la misma manera) asigna los animadores ("monitores") con los animandos (los destinatarios), generalmente, de la siguiente manera: una vez cumplidos los 18 años, los animandos de los niveles superiores del Itinerario de Educación en la Fe, pueden ofrecerse a ser animadores de forma voluntaria. Si sus horarios en la universidad/trabajo no son impedimento para dar grupo los viernes, al año siguiente empiezan con los más pequeños, con LUZ 3, que corresponde a 5º de Primaria. A partir de aquí y, generalmente (y siempre que el animador quiera, recordemos que todos los jóvenes que participan en este Centro Juvenil SIEMPRE son voluntarios), este animador permanecerá año tras año con el mismo grupo.
Yo creo que fui muy afortunado con el grupo de animadores que me tocó. Son incalculables los buenos momentos en el oratorio, en los campamentos, en las convivencias, en todas y cada una de las salidas que el CJ organizaba, en los momentos de grupo. Sin contar con la gente que conoces de toda Andalucía en estos eventos. Es increíble el trabajo, esfuerzo, alegría y entusiasmo que mis animadores le pusieron a absolutamente todos y cada uno de nosotros. Uno no es capaz de valorar a esas edades, hasta que crece y comprende lo que es compaginar cada vez más estudios y responsabilidades, lo que supone "sacrificar" gran parte de tu tiempo para acompañar a otros en su crecimiento, tanto personal, como espiritual.
Destaco lo de "acompañar": Yo he hecho prácticamente toda mi vida académica en este colegio, por lo que no puedo hablar mucho de otros colegios religiosos, pero de sobra es conocido por todos el debate sobre la imposición de ideas en estos centros. Este Centro Juvenil, como salesiano que es, es de ideal cristiano. Yo no considero que, en ningún momento, me impusiesen alguna idea. Al revés, los animadores siempre nos lanzaban preguntas: éramos nosotros mismos los que teníamos que buscar las respuestas. Creo que el hecho de que el centro juvenil esté llevado enteramente por jóvenes hace que las inquietudes, tanto de los animadores como de los animandos, sean muy parecidas y se retroalimenten las una de las otras.
De hecho, conozco a muchísima amigos que, por un motivo o por otro, dejaron un poco de lado su fe y siguen recordando el Centro Juvenil y los grupos con mucho cariño y como algo que les ayudó a crecer en todos los aspectos. No sólo gente cercana, lo mismo me ha ocurrido con personas con las que me he cruzado en mis estudios y prácticas.
En estos 10 años ha cambiado mucho, pero su alma y su esencia, heredada de Don Bosco, sigue siendo la misma: Ofrecer a los jóvenes del barrio un sitio en el que divertirte, compartir tus inquietudes y crecer.
Pese a que el carisma salesiano esté presente en el ámbito escolar de la casa, es en el centro juvenil donde podemos encontrar, a mi juicio, lo más parecido a lo que originalmente Don Bosco hacía con los jóvenes de Valdocco.
Realmente, las opiniones de una organización juvenil (y de cualquier sitio como este) dependen muchísimo de la gente con la que te encuentres. Eirené (aunque creo que todos los centros juveniles salesianos funcionan de la misma manera) asigna los animadores ("monitores") con los animandos (los destinatarios), generalmente, de la siguiente manera: una vez cumplidos los 18 años, los animandos de los niveles superiores del Itinerario de Educación en la Fe, pueden ofrecerse a ser animadores de forma voluntaria. Si sus horarios en la universidad/trabajo no son impedimento para dar grupo los viernes, al año siguiente empiezan con los más pequeños, con LUZ 3, que corresponde a 5º de Primaria. A partir de aquí y, generalmente (y siempre que el animador quiera, recordemos que todos los jóvenes que participan en este Centro Juvenil SIEMPRE son voluntarios), este animador permanecerá año tras año con el mismo grupo.
Yo creo que fui muy afortunado con el grupo de animadores que me tocó. Son incalculables los buenos momentos en el oratorio, en los campamentos, en las convivencias, en todas y cada una de las salidas que el CJ organizaba, en los momentos de grupo. Sin contar con la gente que conoces de toda Andalucía en estos eventos. Es increíble el trabajo, esfuerzo, alegría y entusiasmo que mis animadores le pusieron a absolutamente todos y cada uno de nosotros. Uno no es capaz de valorar a esas edades, hasta que crece y comprende lo que es compaginar cada vez más estudios y responsabilidades, lo que supone "sacrificar" gran parte de tu tiempo para acompañar a otros en su crecimiento, tanto personal, como espiritual.
Destaco lo de "acompañar": Yo he hecho prácticamente toda mi vida académica en este colegio, por lo que no puedo hablar mucho de otros colegios religiosos, pero de sobra es conocido por todos el debate sobre la imposición de ideas en estos centros. Este Centro Juvenil, como salesiano que es, es de ideal cristiano. Yo no considero que, en ningún momento, me impusiesen alguna idea. Al revés, los animadores siempre nos lanzaban preguntas: éramos nosotros mismos los que teníamos que buscar las respuestas. Creo que el hecho de que el centro juvenil esté llevado enteramente por jóvenes hace que las inquietudes, tanto de los animadores como de los animandos, sean muy parecidas y se retroalimenten las una de las otras.
De hecho, conozco a muchísima amigos que, por un motivo o por otro, dejaron un poco de lado su fe y siguen recordando el Centro Juvenil y los grupos con mucho cariño y como algo que les ayudó a crecer en todos los aspectos. No sólo gente cercana, lo mismo me ha ocurrido con personas con las que me he cruzado en mis estudios y prácticas.
En estos 10 años ha cambiado mucho, pero su alma y su esencia, heredada de Don Bosco, sigue siendo la misma: Ofrecer a los jóvenes del barrio un sitio en el que divertirte, compartir tus inquietudes y crecer.
16 octubre 2018 11:18
Centro Juvenil Salesiano en el que los jóvenes del barrio comparten, crecen y comparten sus vidas