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Mi resumen es: Una diarrea al día siguiente que poco más y siento que me muero. NO RESPETAN DISTANCIAS DE COVID, LOS CAMAREROS SIN MASCARILLA O MASCARILLA BAJADA. Reservamos mesa para comer 6 personas nos pusieron en un sitio pésimo con las sillas medio de lado, nos quejamos y pusieron malas caras casi y pegados a las mesas de al lado, si no llega a ser por una camarera morena tatuada nos llegamos a ir puesto que era la única persona simpática del local, un 10 para ella, un 0 para los demás y el local. Comida que tardaron un siglo en servir, arroz de batalla para salir del paso, llevan un descontrol increíble, sin duda para NO REPETIR. Le doy una estrella porque es la única que puedo poner.
No puedo opinar de la comida ni del servicio en si porque solo nos pedimos una caña y un vino del cual nos dieron dos pedazos de tapas que estabas buenas y paganos 6,50€ por todo, siendo un restaurante en primera linea de playa ya juzgáis vosotros mismo.
Situado en primera línea de playa, te dan un trato amable, tiene los precios discordantes (mejillones caros, calamares frescos baratos), pero lo peor es que mezclan el producto fresco con el que no lo es (en mi caso fueron las sardinas) y eso se nota con poco que seas espabilado.
La melva casera, muy buena. Sardinas en su punto. Las gambas de Almería, riquísimas, aunque un poco hechas de más. El local no es gran cosa, pero el producto y la cocina merecen las pena si estás en la zona.
Los boquerones son grandes pero están buenos, las sardinas no son como las de los espetos de Málaga pero se dejan comer. En octubre un poco de desorden, no me lo puedo imaginar en julio o agosto
Restaurant les pieds sur la plage. Joli cadre. Les prix un peu élevés pour des plats de poisson. Même s'ils sont frais, on s'attendait à des tarifs plus abordables.
Aunque empezó pareciéndonos un sitio estupendo y uno de sus camareros encantador, cuando nos sentamos a comer, la cosa cambió. En nuestra mesa fué dando el sol, cada vez más y la comida tardaba y tardaba en venir, tuvimos que pedir que nos cambiasen la mesa a otra en la sombra, la comida seguía sin venir. La ensalada muy bien. El espeto de sardinas, medio bien, porque dos sardinas de las seis, estaban reventadas y aplastadas y por fin, el bonito a la brasa que el camarero que nos atendió en la mesa nos recomendó insistentemente, incluso decía que debíamos pedir dos, estaba bueno aunque un pelín seco. Hasta aquí, pase. Llega la hora de pagar y, el bonito, que en la carta estaba marcado a 20€, aparece en nuestra cuenta a 35€, al preguntar, nos dicen que es que nos habían puesto uno más grande. Al hablar con el dueño, nos dice que sería otro pescado, que un bonito no vale 35€, le enseñamos la factura, donde aparecía: 1 bonito 35€ Entonces, cambia su discurso y se vuelve a la vitrina y dice que cualquiera sabe que un bonito com ese no vale 20€, le decimos que nosotras no sabemos lo que vale un bonito, sabemos que en la carta (cartas que hicieron desaparecer) pone que cuesta 20€. Nos dice que sí, que el camarero debía habérnoslo dicho y que se lo iba a decir. Le decimos que sí pero que el resultado era que nosotras estábamos pagando un error de ellos y su respuesta fué: "¿si le estuviéramos cobrando de menos también lo diría? " Le dijimos que por supuesto que sí y entonces, se dió la vuelta y nos dejó con la palabra en la boca. Falta de profesionalidad y de delicadeza absoluta con los clientes.
No lo recomiendo… El precio que pone en la carta no corresponde al precio final, cuando vas a pagar y preguntas por el precio augmentado, te dice que te ha puesto una dorada mas grande de lo “estándar” y que por ello nos ha cobrado 50 euros en lugar de 25 euros que indicaba la carta por dorada al espeto… sin mencionar que son desorganizados y lentos… un caos el sitio… no volveremos
EStuvimos hace 3 años y fue una experiencia muy grata por el trato del dueño y el servicio y calidad de la comida. El pasado 20-09-2021, repetimos y hay que denunciar una degradación profuna en: Trato despectivo por parte del servicio, en especial la camarfera que parecía ser la encargada, mal servicio y suciedad. No repetiremos
Bonito chiringuito de playa ubicado en un inmejorable paraje. Es cierto que me cobraron caro, pero eso es lo que pasa si no preguntas antes. El local muy bien decorado. Estilo marinero. A parte del disgusto del precio, salí bastante satisfecho de la experiencia.
Chiringuito en la playa junto al torreón de San Miguel. Hay aparcamiento. Mesas directamente en la playa para comer, para tapear al lado. Cerveca fría, rica von tapita de pescado 3 €.
Pedir atención y corrección del servicio en un chiringuito de playa es quizás pedir demasiado, pero respetar el orden en que llegan los clientes y el orden en que se sirven los platos es algo básico. En este lugar eso no existe. Deberían plantearselo
Pescado de verdad. Un chiringuito que ha evolucionado a lo largo del tiempo conservando su esencia. Buen tapeo, ducha y al lado del paraíso de Cabo de Gata. Parada obligada.
El Chiringuito Restaurante Chiri-Bus, se encuentra sobre el amplio arenal de San Miguel de Cabo de Gata, un tramo de los más de 12 kilómetros de costa rectilínea que se extiende desde la playa Torregarcía hasta el Faro del Cabo de Gata. Si algo hay que destacar del chiringuito es su ubicación en la playa, al lado mismo de la Torre de San Miguel, ya que sólo he recordado que, en junio de 2016, comimos almejas y calamares al ver de nuevo las fotografías, claro síntoma de que la comida fue normalita, ni muy buena ni muy mala.
En la carta los precios no están actualizados. Los espetos de muy poca cantidad. Los camareros intentan venderte lo más caro, inflando los precios. Un calamar medio intentaban vendermelo por 70€. Te engañan como pueden.
Cobran los precios inventados. En la carta pone "salmonetes 18€" y te cobran 20€. Me han dicho que lo han pasado por la leña y el suplemento es por la leña.
El menjar és de bona qualitat, peix i marisc molt fresc, la ubicació fantàstica, peró el preu molt car, i el local sembla "abandonat" no han fet cap tipus de manteniment, ni tant sols una capa de pintura. Quina llàstima!
Pescado muy fresco y bien cocinado, aunque el calamar encebollado estaba demasiado hecho. En los restaurantes de playa no se puede disimular el paso del tiempo salvo con una mano de pintura. A este le falta al menos una.
Al de paso cañonazo. Lugar descuidado y destartalado, baños sucios, eso sí en la misma playa. Servicio lento; calamares plancha duros, 6 calamares pequeñitos 70 euros; pan duro; ración de doce gambas 25 euros; un tomate con sal 8 euros. Torpes nosotros que no exigimos carta con los precios, no lo vimos venir, parecía uno de esos sitios castizos y de fiar. Falta de honestidad y falta de respeto al cliente por parte del establecimiento.
Hemos comido en familia, y ha estado muy bien. No he entendido los comentarios negativos que he visto, pero yo puedo decir que hemos comido muy bien y nos han tratado genial. Comimos unas sardinas a la brasa y lubina también a la brasa, y estaba bastante buena. El trato del personal ha sido muy correcto y cordial. Solo puedo decir que volveré en el próximo viaje que haga por el Cabo de Gata.
Dommage que les tenanciers mettent une musique assourdissante. Le bruit des vagues suffit amplement! Qualité/prix au niveau d'une gargotte sur plage. Magnifique plage d'ailleurs.
Restaurant sur la plage de Cabo de Gata. Il ressemble à une paillote, mais l'infrastructure et les cuisines sont très professionnelles. Le poisson est délicieux. J'ai mangé un bar cuit devant vous sur les braises. Par contre, les pétoncles à 2€/pièce, ne valent pas le coup et le thon était un peut trop cuit malgré notre insistance, mais c'est souvent le cas un peu partout dans le coin. Globalement un peu plus cher qu'ailleurs mais cela ne nous empêchera pas d'y retourner.
Muy bueno todo la camarera muy simpática recomendaciones muy buenas y todo espectacular me encanta repito seguro pescado fresco de la zona Gamba roja de Garrucha fresquisima
Fatal. Lo único bueno que tiene es la localización privilegiada, pero al otro lado del paseo marítimo hay otros dos chiringuitos también dentro de la arena con mucho mejor trato. El trato en este sitio es pésimo, los camareros unos maleducados, te van a cobrar lo que les parezca mirándote a la cara. Si no les pides la tapa con la cerveza no te la ponen y te van a cobrar la barbaridad que les parezca. Hemos tenido varias experiencias, cada vez peor.