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Cada vez que veo su clínica me descompongo. A mi madre después de muchas sesiones (cobrando siempre) no le consiguió matar un nervio de una muela, y al final se la tuvo que sacar. Y a mí me deformó de niña la boca, me desplazó toda la mandíbula hacia fuera, lo que implicó un retraso en la tirada de dientes de leche, y además tuve problemas con la masticación. Lo mejor de esto es que nunca ha dado factura ni ningún documento de abono ni nada, por lo que no la pude denunciar por el destrozo que ocasionó. Espero que la situación haya cambiado ya que esto pasó hace unos años. Le pongo una estrella porque no me deja ponerle menos.