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Fui para unas tres semanas a la residencia y la verdad es que no me ha gustado mucho. La habitación que me dieron un poco pequeña, no tiene ni una neverita para la comida (cosa que me parece un poco demencial, la verdad) y tenía que ir a comprar la comida una o dos veces al día (en julio, con toda la calor) ya que no quería pagar la pensión completa. El baño es claustrofóbico y la ducha enana con una cortina que no evita que se encharque todo el suelo. El colchón super incómodo, creo que ya tocaría cambiarlo porque sentía cada muelle que madre mía. Junto con el ruido que hay no pude dormir mucho y menos mal que fueron pocos días. En fin, no se como serán las otras habitaciones pero mi experiencia personal un poco nefasta, por calidad-precio no la recomiendo.