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Tenemos a nuestros tres hijos en el colegio y estamos encantados. Tanto por el profesorado como por el trato. Los niños vienen encantados y quieren volver. Eso dice mucho del centro.
El colegio Maristas de Málaga es más que un colegio a donde se va a aprender, es una continuación de la familia. Lo que más valoro de nuestro colegio es su compromiso inquebrantable con la educación en valores.
Desde el primer día, me impresionó la vocación del profesorado. Cada profesor no solo transmite conocimientos académicos, sino que también se involucra activamente en el desarrollo integral de los niños, fomentando valores como la responsabilidad, la solidaridad y el respeto.
.El sentido de comunidad es palpable en cada rincón del colegio, creando un ambiente cálido y acogedor. Esta conexión entre estudiantes, padres y profesores crea un entorno propicio para el aprendizaje y el desarrollo personal.
Uno de los aspectos más destacados para mí es el carácter solidario que impulsa el colegio. Los proyectos y actividades orientados a la ayuda social reflejan el compromiso genuino de formar ciudadanos responsables y sensibles a las necesidades de los demás. Mis hijos han participado en diversas iniciativas solidarias, lo que ha enriquecido su comprensión del mundo y les ha inculcado un profundo sentido de empatía.
Quisiera hacer especial hincapié en el servicio de orientación y en el equipo psicopedagógico del colegio. Su dedicación y profesionalismo están marcando la diferencia en el progreso académico y emocional de mis hijos. La atención a la diversidad se manifiesta de manera tangible, brindando un apoyo personalizado que contribuye en el éxito de cada estudiante, independientemente de sus necesidades específicas.
En resumen, el Colegio Maristas de Málaga no solo ofrece una educación de calidad, sino que también cultiva valores que perduran toda la vida. Recomiendo con entusiasmo esta institución a todas las familias que buscan un entorno educativo integral, donde sus hijos no solo aprenderán, sino también crecerán como individuos comprometidos y éticos.
Mas que un Colegio. una gran familia. Tengo a dos hijos allí uno en infantil y otro en primaria y desde que entraron siempre se han sentido felices y como en casa.
Las instalaciones estupendas (siempre en continua remodelación) y el profesorado fantástico no solo por su profesionalidad, sino también por su calidad humana y empatía.
Infantil lo mejor de lo mejor! Patio excelente, grande, al aire libre y con juegos. Sala de comedor recien construida, aulas preciosas ,decoradas y climatizadas, sala de gimnasia infantil, profesorado exquisito. La niña acaba de empezar y esta encantada.
Mi hermano ha estado allí y poco bueno tengo que decir de este colegio, muy caro todo, para el servicio que dan, menos mal que termino hace unos años porque madre mía esta lo malo y despues esta esto
Para mi los Maristas han sido una segunda casa, he pasado casi la mayoría de vida allí, donde he compartido muchas experiencias maravillosas con compañeros, profesores, animadores, Y que a día de hoy, tengo la gran suerte de seguir viviendo experiencias en cole. Un lugar que me ha visto crecer y que me ha hecho ser el cristiano que soy hoy. Por eso solo tengo palabras de agradecimiento.
Un Gran colegio, con una Gran Familia formada por Hermanos, Profesores, Padres/Madres, Alumnos, Personal de mantenimiento y limpieza que te enseñan cada día Valores y que te hacen sentir como en casa. Estan en continúo crecimiento académico y tecnológico, mejorando las instalaciones y apoyando a los alumnos y a las familias. Sin duda lo recomiendo.
Soy antigua alumna de Maristas y no tuve duda cuando decidimos a qué colegio podíamos llevar a nuestra hija. Además de la calidad en la enseñanza, la implicación del equipo docente y los valores (que son muchos y muy buenos), entre esas paredes se hace “familia” y ese sentimiento te acompaña siempre.
Muy buen colegio. El equipo docente es capaz de generar en los alumnos un sentimiento de pertenecía y de familia que propicia el que valores como el respeto, la honestidad y el esfuerzo sean la base de su programa educativo.
Lo más importante para nosotros, como para cualquier padre, es la felicidad de nuestros hijos y ellos lo son en esta gran familia que es el colegio Maristas.
Sencillamente uno de los mejores colegios e institutos de Málaga, donde te transmiten los valores cristianos y la educación es de primer nivel. Eternamente agradecido al profesorado de este colegio, sin duda sentirse de la familia Maristas para mí es un privilegio.
Como malagueño pensaba que en este colegio, que se supone que es la elite, se enseña el respeto, la conducta y la buena educación. Acabo de estar en un partido de Balonmano alevin donde he visto como unos jugadores, alentados por su entrenador, ensucian este deporte y el nombre. Teniendo un equipo con sobrada calidad para ganar a sus rivales que Maristas use golpes bajos, juego sucio y violento y artimañas para apabullar a sus rivales es deleznable. Pero en fin esto era la comidilla entre el publico no siendo esto un caso aislado sino una reiteración de conducta. No creo que este comentario llegue a nadie pero dejo constancia pues estoy seguro que en un futuro pasara algo.
(Edito) En la conciencia de cada uno queda decir la verdad completa o la medida verdad. En ese partido hubo agresiones con sangre para el agredido, expulsiones de 2 minutos y 2 jugadores que por indicación del árbitro tuvieron que ser sustituidos por ir pasados de revoluciones. Desconozco su percepción de la deportividad y entiendo que usted no vaya a tirar piedras a su tejado, pero la verdad sólo tiene un camino y no me hable de actas arbitrales que a este nivel ya sabemos como funcionan y si ese es su escudo. Sigan así.