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Es un lugar genial. Un auténtico tesoro de arte e historia que ha abierto sus puertas en unas visitas guiadas por guías oficiales, aunque hay personas que se hacen pasar por guías que luego se cuelan y forman espectáculos desagradables dentro, como una chica llamada Rocío. En la visita se nos trató muy bien, y se pudo entrar en partes ocultas que nunca se habían abierto. Nos guió un historiador llamado Salvador que conoce muy bien el arte y la historia del monasterio.
El precio es razonable para lo que se ve, y siempre es el mismo. Los dulces que venden para subsistir las monjas son tradicionales de sevilla y están muy ricos, como las yemas y las magdalenas. Yo lo recomiendo encarecidamente, porque así se ayuda a la vida de clausura de las monjas y a valorar el patrimonio de la ciudad.
También están preparando una hospedería monástica con un alto nivel en las partes antiguas del convento, que seguro será toda una experiencia el poder alojarse allí, en pleno centro.
La visita guiada fue excepcional, pues las obras de artes fueron muy bien explicadas. Los dulces estaban super buenos, los cuales son hechos a mano. El trato fue muy bueno. Muy agradecido al guia Salvador Guijo.
Compramos por internet yemas de San Leandro. Exquisitas, se nota que ponen cariño y dedicación en todo lo que hacen. Disponen de muchos dulces, que para el que no lo sepa, se pueden pedir y los envían. Totalmente recomendadas, volveré a comprar.
Es una visita muy recomendable. Nos enseño y explico todo el recorrido una de las madres, con unas explicaciones muy amenas y súper amable, me gusto muchísimo y además, si luego quieres, puedes comprar unos dulces echos por ellas, que están buenísimos
La Iglesia de este convento es magnífica. Aunque el convento probablemente date de la Reconquista (siglo XIII), este establecimiento es del XVIII. El altar mayor tiene obras de Duque Cornejo y los relieves de los Santos Juanes son de Martínez Montañés; las imágenes pequeñas que los acompañan son de Francisco de Ocampo.
Los dulces son realmente excelentes, realizados con una receta de hace cinco siglos. El precio va a corde con el coste que conlleva realizar todo a mano y con productos de primerísima calidad. Pese a que el producto estrella son las yemas, mis preferidos son los pestiños, con miel pura de Castilblanco, un festival para los sentidos.
Histórico lugar que creo que data del siglo XIV. La iglesia es digna de visitar, independientemente de si eres o no católico, es una verdadera obra de arte. Y como no.probar uno de los dulces más conocidos de Sevilla: las yemas de San Leandro, una verdadera delicia. También están muy buenos los pestiños, y una especie de turrón de chocolate con almendras. Todo exquisito y buen precio.
La iglesia es preciosa, hace falta ayuda pública o privada para mejorar el convento en sí. Deberían dejar ver partes del convento aunque sea pagando algo más.
Estupendo el retablo del altar mayor. Destacan también las obras de San Juan Bautista y de San Juan Evangelista de Martínez Montañés en retablos laterales
Encantadoras religiosas. En la actualidad solo son 8. Hacen dulces exquisitos a muy buen precio. Convento precioso. Mi madre, de más de 85 años ya tomaba esas deliciosas yemas siendo niña. Son una buena opción para regalar pues las entregan en bonitas cajas de madera
A hidden gem, famous, and delicious. A must visit to anyone travelling to Seville. These beautiful desserts/sweets are made from egg yolk, lemon juice and sugar. Yemas de San Leandro.
Hermosa iglesia! Y espectacular concierto de villancicos cargo de la orquesta de guitarra de Proyecto Guía y el coro de Música Antigua! Precioso repertorio de Francisco Guerrero compositor sevillano del siglo XVI!