Cristo de los Faroles

Espectacular plaza que además contaba con la atracción de una "zambomba" extraordinaria, por el ambiente y coros, organizada por el Redil de la Divina Pastora de Capuchinos.

El Cristo de los faroles, plaza empedrado curiosa de observar con musgo entre las piedras donde imagino que poco da el Sol, aunque no nos pudimos acercar de noche ahí os dejo unas fotos más.

No soy muy creyente que digamos pero visitar al Cristo de los Faroles es obligado, me lleva a mis orígenes, a la tierra de mis padres, a la fe de mi madre. Es dificil de entender porque ponerme frente a él me sobrecoge

Ubicado en una plaza interior, a la que se puede acceder por dos calles.
Se respira paz y tranquilidad, no suele estar muy abarrotado de gente.
Visita perfecta al comenzar la noche, con luces.
Merece la pena.

Ir al atardecer, subir las escaleras, girar la esquina y ver de pronto la plaza con el cristo y las velas, hace de todo ello una experiencia bella.

La visita de noche es más que recomendable, de día es menos espectácular más allá de la devoción de cada uno.

Es una plaza muy bien conservada. Te lleva a otra epoca S. XVII, XIII me encantó la visita y la exposición del guia.

Un lugar entrañable, invita al recogimiento. El Cristo impresionante. Una calle típica cordobesa con bastantes piedras que hace bastante incómodo andar por la plaza, prohibido llevar tacones o lo pasarás mal.

No puedes irte de Córdoba sin visitar esta pequeña plazuela empedrada. De noche es espectacular.

Una Plaza muy chiquita pero de gran belleza, sobre todo verlo con las luces encendidas y la oscuridad de la noche, hace 20 años fuí cuando era un crio y estaba abandonada y sucia, me alegra mucho verla restaurada y arreglado.

Un lugar con gran encanto, tanto para creyentes o no creyentes. Es bonito ver el cristo entre tantos faroles y aprovechar el camino por la cuesta del bailio, con grandes escalones decorados.

No tiene nada especial. Por dar un paseo vale pero solo hay una estatua con unas velas que deposita la gente para su fe y nada más

El Cristo de los Faroles es uno de esos monumentos muy conocido y querido por los cordobeses que pasa desapercibido por los turistas. La última restauración lo engrandece aún más y saca a relucir su original talla. Inspiración de canciones y películas, acompañado de su leyenda y el lugar donde se encuentra, la espléndida plaza de Capuchinos, hace que sea un lugar que visitar.

Lugar con un gran misterio en fotografia Nocturna. No se puede dejar de visitar.
Ese silencio que se respira merece la pena!

Bonito por la historia que conlleva con dos iglesias flanqueando el Cristo, la de los Dolores y la de la Paz y la Virgen de la Esperanza. Mejor visitar pronto por la mañana o al caer el día.

El Cristo de los Faroles se encuentra en la plaza de Capuchinos la cual está algo escondida, pero es preciosa.

Lo que me parece curioso de este Cristo son sus 4 clavos, a diferencia de todos los que conozco que están clavados con 3. Y sus 8 faroles que simbolizan cada una de las provincias de Andalucía.

El ambiente es tranquilo aunque haya muchos turistas y se respira un ambiente mágico.

En la plaza de los Capuchinos, en Córdoba, se encuentra este Cristo con la recomendación absoluta de visitarlo. El sobrecogimiento es máximo si se realiza esa visita por la noche. Como dato curioso decir que el Cristo tiene cuatro clavos en vez de tres como suele ser lo habitual, ya que tiene un clavo por cada pie. Cuenta con dos inscripciones: en el pedestal se puede leer el salmo Miserere y en la cruz hay un verso de la Biblia escrito en latín que se traduciría al español como: "Y la roca era Cristo".
Las luces de esos 8 faroles, que representan a las ocho provincias andaluzas, iluminando al Cristo y el Cristo mismo te invitan a la reflexión. Un regalo para los sentidos, la vista y el alma.

Indudablemente, uno de los rincones más conocidos de Córdoba. Y es lógico que sea así, pues pese a sus reducidas dimensiones es una muy bella plaza llena de encanto

Esta plaza junto a las escaleras del bailio, para mi es Andalucía pura. Entrar a capuchinos y ver paz y esperanza, y enfrente entrar a ver la señora de Córdoba, que más se puede pedir

Un clásico de los monumentos de Córdoba, vale la pena, seas creyente o no, acercarte a disfrutar la quietud de que suele disfrutar esta plaza dominada por el Cristo, y con una interesante placa hexagonal en la cercana pared, que te informa desde hace siglos sobre las bulas que puedes obtener.
Es aconsejable ser respetuoso y silencioso, no solo por los dos templos cercanos sino también por la congregación de monjas y por el hogar de ancianos, muy cercana la Cuesta del Bailio, otro peculiar lugar.

Mi favorita plaza del Capuchino. El Cristo de los Faroles.
Nunca me canso visitarla, rendir honores y seguir. Este lugar me enamoró por aquel entonces del 01.05.2003.

Es un rincón de Córdoba casi mágico. El cristo está en un plaza rodeado de un convento y una iglesia, y pese a estar en el centro, es un lugar tranquilo, de recogimiento. De noche es más bonito

Siguiendo el camino hacia la preciosa Cuesta del Bailío. Disfrutarás de una no muy costosa escalinata de paredes encaladas en blanco que contrastan a la perfección con el rosa fucsia de las buganvillas y llegarás a la Plaza de los Capuchinos, donde se encuentra el popular Cristo de los Faroles.
Esta imagen de Cristo es una de las más queridas de Córdoba. Rodeado por ocho faroles, quizás es más sobrecogedor verlo de noche. Además, la plaza es muy popular, pues varias hermandades procesionan junto al Cristo en Semana Santa.

Qué rincón tan maravilloso al atardecer con los faroles encendidos, y el pavimento de piedras y las paredes encalás, transporta los sentidos, en Córdoba romana y mora.

Unos de los lugares de lo que nunca me cansaría ir. Ojalá pudiera verte más a menudo, pero cuando voy es tan especial. Solo tu y yo sabemos lo que siente mi corazón

Ubicado en una pequeña plaza. Merece la pena por el paseo y el entorno. Genial si estás días en Córdoba y te apetece dar un paseo tranquilo. Alejado de la vorágine turística y cerca del Palacio de Viana.

La primera vez que lo visito, muy emotivo, la Iglesia de los Capuchinos también, sorpresa al encontrarme la imagen de frai Leopoldo

Un sitio con encanto digno de visita. De día es precioso. De noche, es increíble con un toque escalofriante que merece la pena experimentar.

A ver, cuando digo que este monumento tiene tres.estrellas no significa que no tenga otros valores. Este cristo.es muy respetado en Córdoba y hay muchas personas que le.tienen una gran devoción. Eso es algo inmaterial y es imposible de.cuantificar en estrellas. Es respetable y por supuesto muy tradicional.
Sin embargo, artísticamente aunque no deja de ser especial este cristo, hay repartidos por toda nuestra geografía monumentos similares y magníficos que hacen que la.calificación sea ma que es.