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La ermita se ha convertido en un corral de ganado. Está todo lleno de suciedad. Nos desviamos de la ruta hacia cascada Melena pensando que era otra cosa. No merece la pena. Las vistas son bonitas pero las puedes apreciar desde otros puntos.
Bien indicado, vistas bonitas pero tiene higueras creciendo en los muros, una puerta metálica cerrada y un perro ladraba dentro. Entorno descuidado. Una vergüenza
Un lugar de acceso restringido a peatones (con el coche es bastante difícil) de gran belleza, siendo una pena el uso ganadero (de corral para animales) que tiene en la actualidad.