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El personal es muy amable, el trato es muy cordial, te escuchan te entienden y te ayudan. No cambiaría de farmacia, para mi son los mejores con diferencia.
Esa farmacia desde los técnicos hasta los farmacéuticos son espectaculares los he llamado por tl para ver si no me equivocaba en los medicamentos y sipre me han atendido muy bien tanto en persona como por tl para mí es una de las mejores farmacia
Buenos profesionales, es difícil que te atiendan farmacéuticos y en esta farmacia hay farmacéuticos trabajando cara al público que son los que realmente saben, en general todo el personal trato muy bueno.
Además los precios de lo que no son medicamentos están a buen precio, la leche de bebés es de las mejores de la zona, incluso otros productos.
Tienen tarjeta de puntos que algo acumulas y te hace volver a esa farmacia.
Fantástica atención al cliente. Te aconsejan y ayudan en todo lo que pueden.excelentes profesionales. Llevo muchos años con ellos. Siempre me tienen pedido toda la medicación que necesito al mes, que no es poca. Confío en ellos plenamente. Los recomiendo
Personal amable y colaborativo, aunque algún colaborador, trabajador de la empresa, no está suficientemente preparado para su cometido. La srta. Ana Fernández y Tania, para mi, sobresalen entre todos por su conocimiento, colaboración y simpatía para atender a mis prioridades buscando siempre la solución más óptima y rápida.
Un personal maravilloso que está para atender todas tus dudas siempre con una sonrisa. En especial mencionar a María Fidela que siempre está dispuesta a ayudar y que lo explica todo muy bien.
Personal muy amable y profesional. Siempre salgo contenta de allí. Te asesoran en las dudas que tengas. En una ocasión me encontraron un medicamento que en otras farmacias no había.
Muy buen trato, amabilidad y dedicación por parte de su personal. Ana me ha solventado todas mis dudas y me ha indicado que si tengo cualquier otra consulta puedo ponerme en contacto a través de Whatsapp.
Hoy me ha pasado una cosa muy curiosa en esta farmacia: tras salir del ambulatorio, para consultar a mi doctora a propósito de la vacuna de la gripe; me indicó, que, aunque estoy en el rango de personas que deben vacunarse, debía esperar un par de semanas más, ya que van por grupos (yo soy cuidador) y faltan vacunas. Me informó, que los médicos este año, no pueden recetar la vacuna y que tendría que ir al mostrador dos semanas más tarde a consultar.tengo muy complicado conseguir tiempo libre en mi trabajo, así que en el camino de vuelta a mi vehículo, pasé por esta farmacia para preguntar por si por casualidad, vendieran las vacunas; en estas dos semanas anteriores, ya había hecho lo mismo en otras tres, empezando por la mía habitual y me indicaron que no tenían ni esperaban, que el almacén central, tampoco tenía o quedaba alguna, pero estaba reservada. Mi sorpresa, fue grata, cuando la farmacéutica de esta farmacia me dijo que sí, que tenían, pero al pedirle la vacuna, me indicó, que solo me la podía vender con receta médica. Me resultó muy extraño, ya que, exceptuando el año pasado, que, por escases, me la pusieron en el ambulatorio, nunca me habían dicho que fuera necesaria la receta. Le explique que mi doctora, me había dicho, que los médicos este año, no podían recetar vacunas y la farmacéutica, fuera cual fuera mi razonamiento, me insistía en que era necesaria la receta médica; francamente, parecía que le daba igual lo que le dijera; era una especie de muro pronunciando esa frase. ¿cómo iba a darle una receta médica, si los médicos no pueden este año recetar la vacuna de la gripe”; finalmente, se deslizó en la conversación la palabra “Médico Privado”. Entonces lo comprendí todo; a lo largo del camino, me di cuenta de la cercanía de esta farmacia con un centro médico o policlínica privada y fui imaginando cosas. Al llegar a mi trabajo, lo comenté; atiendo a muchas doctoras y ninguna me dijo nada de recetas; la doctora de mi hermano me llamó, ya que mi hermano, persona de alto riesgo de la que soy cuidador, tenía sita telefónica y se lo comenté; tampoco ella, me dijo que fuera necesaria la receta. Al medio día, salí a comprar con mi pareja y había una farmacia al lado; soy testarudo; quería saber si hacía falta receta médica, para comprar la vacuna de la gripe; me dijeron que no y tenían dos vacunas, así que las compré; no era una cuestión de dinero, sino de no perder horas de trabajo. Se me ha quedado un extraño tufo; no sé si habrá sido cosa de la farmacéutica o de la farmacia; pero estoy pensando cuales son las prioridades, bien de esa persona o de la farmacia o la verdadera razón de lo ocurrido. Han perdido toda mi confianza; no pienso ir más. No es mi farmacia principal, pero acudía de vez en cuando. Mis experiencias anteriores, fueron positivas o normales; quizás, sea la persona que me atendió…