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Trato fatal la muchacha morena de la mesa izquierda de recepción súper antipática sin ganas de trabajar parece q benimos por gusto y q ella nos paga. No doy menos estrellas porq no se puede. Nefasto por las citas y nefasto por el trato
Me dieron el alta sin estar curada y me negaron la resonancia. La doctora Aida y la fisioterapeuta Eli. A un trabajador se le da el alta verificando que está bien. Una persona no se queja sin motivo. Por una mala valoración perdí mi puesto se trabajo. Por negligencia médica. Para eso están las pruebas, para verificar y si no sabéis mandar a la persona a otro lugar.
Profesionales, e tenido la suerte de ser atendida por la doctora Mariana, y M, José, tanto con los fisios Pedro y Elisa y no se puede valorar más. Gracias por hacer nuestras penas y dolor más llevaderas.no cambiéis nunca.
Mariana la mejor doctora del mundo buena gente y gran profesional y una gran equipo con la fisioterapeuta carme y pedro y las chicas de la oficina gracias a todos
El trato médico ha sido excelente, profesionales muy amables y atentos, todo un gusto tratar con personal así, sin embargo el trato en oficinas es deficiente, el teléfono casi nunca lo cogen, tienes que llamar insistentemente y durante un buen rato para ser atendido.
Vergonzoso la médica Mariana. Una experiencia muy mala. Su principal objetivo debería ser cuidar la salud del paciente y aliviar su sufrimiento. Pues no es así, ya que además de no tener ninguna empatía con el paciente, creo que su labor como doctora deja mucho que desear, pues lo único que nos ha demostrado es que sólo le importa los protocolos de su empresa y minimizar los gastos al máximo para obtener mejores beneficios económicos y personales, sin importarle la recuperación correcta del paciente. Después de tener mi marido un accidente laboral, cortándose accidentalmente con un disco en la rodilla y darse un fuerte golpe en la misma, en su segunda visita ya le tenía, de antemano, el alta médica preparada, valorando su curación sin ver antes al paciente, ni escuchas sus dolencias, el dolor al flexionarla y al subir o bajar escaleras. Lo que le puede conllevar a futuras lesiones por una mala recuperación, con el agravante del esfuerzo físico que tiene que realizar en su etapa laboral con trabajos duros y no sentado en una oficina como ella. Aparte de dar consejos que no le corresponden, diciéndole que debería de haber ido solo a consulta sin su mujer. Sintiéndome, como familiar, ofendida, ya que le acompañé para evitar que flexionara la rodilla al conducir, pues le produce dolor, a lo cual aseguró la doctora que eso no le dolía. Cosa que no es cierta, ya que le produce dolor subir o bajar escaleras, conducir o flexionar la rodilla. Así las cosas, mi marido se ha sentido vulnerado en sus derechos, no escuchado y mal atendido por esta doctora.