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Ha sido una experiencia horrible. Falta de comunicación, de atención telefónica, la comida malísima, deficiente atención médica. Cambian a los auxiliares continuamente, cuando a alguno/a le cogían cariño desaparecía por otro/a peor Lo único bueno es el fisioterapeuta, Jose Luis y la recepcionista Alicia y los enfermeros, que suelen estar desbordados No os dejéis llevar por las instalaciones, es lo único bueno que tiene. No les sacan al jardín, el parking subterráneo no lo podréis usar en días de lluvia, nadie tiene tiempo para abrirlo No dejéis a un ser querido ahí. Si pensáis estar pendientes de todo, sudaréis tinta Durante la pandemia, cuando más necesitábamos hablar con ellas no atendían el teléfono porque las recepcionistas se dedicaban a desinfectar la sala de visitas. Cuánto sufrimiento y dessesperación hubiesen evitado contratando a una limpiadora. Cuando mi madre contrajo el COVIC NECESITÉ AYUDA DE LA POLICIA para saber de ella, después de dos días sin saber nada, ni si estaba viva o muerta. Nadie le cargaba su teléfono, ni atendía el de la residencia. Mi madre me daba por muerta (cosas de las madres) y yo a ella. Nadie pidió nunca una disculpa. Desgraciadamente cuando mi madre nos confesó que ya no podía más era tarde, cuando íbamos a sacarla ha fallecido Era la persona menos quejica que he conocido y no podía más Durante casi un año cerraron el gimnasio por la pandemia, sin embargo estaban todo el día hacinados en una sala, sin poder descansar un rato a solas en la habitación, el teléfono no lo atendian, etc, etc. De pesadilla La directora no contestaba los mails, ni atendía el teléfono. Presentamos un escrito varias familias para hacerle ruegos y pedir su colaboración y en lugar de mostrar compasión se enfadó y no hizo ningún caso Si Fray Leopoldo levantara la cabeza. María Ascensión Siles
La residencia ha cambiado de lugar, está ahora en el Serrallo (Granada) Calle ojos del Salado. Es muy moderna y es un sitio genial con amplias salas y comodidades. La mas Recomendable