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Un sitio genial con un servicio impecable, el lugar es precioso con unas vistas increíbles. Nos dieron indicaciones de rutas para ir a los pueblos cercanos y nos trataron muy bien. Repetiría sin duda, muy recomendable.
Este hostal es un 10 en prácticamente todos los sentidos. La ubicación es ideal, el hostal tiene un vistas increíbles, además cuenta con una terraza donde puedes desayunar disfrutándolas, si no el interior no se queda atrás, es muy acogedor con un decoración muy calida.
Pero lo mejor sin duda son los dueños, personas muy amables y dedicadas en la labor de hacer sentir a sus huéspedes como en casa, mención especial Fito el loro de la familia que cuenta con un gran repertorio de frases. En resumen, tuvimos una experiencia impecable (y madre de dios vaya tostadas preparan sueño con ese tomate). Si quereis disfrutar de la belleza de la Alpujarra este es muy buen sitio desde donde hacerlo.
El lugar es ídolo. Grandes vistas al barranco de Porqueira. Una terraza jardín que da gusto estar. Ambiente familiar. Destacar la atención del dueño. Me sentí como en casa. PD: Fito es un artista.
Alojamiento típico de la Alpujarra, nos quedamos en la casa rural, amplia, con terraza, todo muy bien, la cocina es demasiado pequeña para tanta gente pero tiene de todo para cocinar. Lo mejor el trato con el dueño, muy servicial, y nos nos olvidemos de Fito el loro. La ubicación es perfecta, fácil de encontrar y con vistas a la montaña y al mar, es complicado aparcar cerca pero hay un aparcamiento muy cerca. Las camas son cómodas y todo limpio, muy recomendable.
Un lugar maravilloso, tranquilo y acogedor. Regentado por una familia majísima y Fito, un loro muy simpático con mucha personalidad. Te hace sentir muy a gusto. Las vistas desde las diferentes terrazas son espectaculares y el desayuno un regalo. Muy recomendable, repetiremos.
Excelente.lugar plácido y lleno de color y detalles. Para descansar a gusto. Excelente ubicación en este pueblo mágico. Sus dueños encantadores. Las cerezas y duraznos de Francisco nos alegran cada día! Lo recomendamos sin duda!
Los dueños, Francisco y María Ángeles, te hacen sentir como en casa. Trato familiar. No nos olvidemos de Fito, el loro, la mascota del hostal, una pasada! Las habitaciones muy limpias, con colchones muy cómodos, para nada extrañemos el de casa. Desayuno, tostadas de tomates de su propia huerta. Sin duda lo recomendamos, y por supuesto que volveremos.
¡Hemos salido encantados! Alojados en uno de los apartamentos dentro del mismo hotel y los propietarios nos han hecho sentir supercómodos. Patio a disposición de los huéspedes y dueño te explica lo que necesites sobre el lugar. Repetiremos en próximas visitas a Las Alpujarras
Una semana magnífica en La Alpujarra granadina y para ello han contribuido Mª Ángeles y Francisco. Destacar su atención y amabilidad, no te hacen sentir un huésped. Y destacar la limpieza de su establecimiento en todas las estancias. Gracias. Si volvemos por la zona, repetiremos.
Francisco y Mª Angeles son un encanto. Ya lo habíamos leído en comentarios pero aún así nos sorprendieron. Fuimos del viernes 12 de agosto al lunes 15. Encontrar aparcamiento fue un poco dificil debido a las fechas pero suele haber de sobra, puedes aparcar en la misma puerta o en un parking al lado. Las habitaciones nos gustaron más que en las propias fotos. Muy limpias, sin ningún tipo de insecto y bastante acogedoras. En los últimos años está haciendo algo más de calor, y quizás sería conveniente tener algún ventilador ya que las habitaciones normalmente están acondicionadas para el frío como es normal por su ubicación. Pero a pesar de haber sido unos días calurosos, no pasamos calor a la hora de dormir. Con abrir las ventanas fue suficiente. Tienen una terraza hermosa y muy bien cuidada. Su loro Fito es un encanto. Las vistas son estupendas. Nos encantará volver para ver todo aquello nevado y sobretodo para volver a visitar a este matrimonio tan encantador, agradable, accesible.sin duda los mejores hospederos que hemos conocido hasta ahora. ¡Cuidaros mucho!
Inmejorable atención por parte de los propietarios. Muy limpio. Buen desayuno, esas tostadas recién hechas con tomate del huerto quitan el sentido! Gracias, nuestra estancia ha sido magnífica
Lugar encantador se respira paz y armonía en un marco incomparable, una delicia para la vista y un trato en el hostal las terrazas en Bubion familiar y cercano, además tiene casas para familias con hijos, lo recomiendo, 30 años visitandolo.