Hotel Monasterio de San Miguel

El edificio es una gozada, el problema es que necesita una reforma integral, los baño son incomodos, no están preparados para personas mayores y no digamos con algún problema físico, la bañera es un peligro, por lo demás muy bien el personal super amable

Seis días de relax, la habitación enorme, buen armario, camas estupendas, baño grande y ventilado. Personal muy amable desde la recepción, el comedor y la limpieza de habitaciones. Desayunos estupendos con mucha variedad de dulces, panes, frutas, embutidos etc, cenas muy correctas con ensaladas y platos calientes. Y que decir del edificio, un auténtico lujo. El hotel está en la calle principal, muy cerca de la zona de restaurantes y de la estación de tren. Un lugar estupendo, volveremos

Fin de semana muy agradable en un entorno antiguo pero funcional el personal muy agradable y profesional.

Hotel tranquilo.
Personal muy atento y agradable.
El desayuno una agradable sorpresa, bastante completo y buena calidad.

Pese a lo viejo que es, las camareras de pisos te dejan súper limpia las habitaciones y los agradables que son.

Lo único bueno de este hotel es la ubicación y la piscina decente. Al ser estadounidense, el servicio no era ideal. Intenté llamar 6 veces diferentes antes de registrarnos y no hubo respuesta. Mi esposa llamó a la recepción desde la habitación y le colgaron. No se puede conseguir comida en la piscina y nos dijeron que tampoco podemos llevar comida a la piscina en voz alta. Sólo había un enchufe y en toda nuestra habitación (en el otro lado de la habitación como la cama). Las camareras del hotel eran muy agradables. Las paredes son súper delgadas. Se anunciaba como insonorizado, pero podía oír cada puerta abrirse y cerrarse y a nuestros vecinos conversar. También teníamos una vista con balcón anunciado en la habitación que compramos. Nos encontramos con una ventana justo enfrente de otra pared. Ojalá tus experiencias sean mejores que las nuestras.

Muy buena ubicación al lado de todo.habitaciones espaciosa y moderna.tiene piscina es muy bonito antiguo monasterio

Estupendo. Con sabor. Situado en el centro y cuenta con aparcamiento lo cual es indispensable allí! Merece la pena!

Edificio impresionante, pero muy falto de una buena reforma, personal amable, bufe de desayuno y cena muy pobre

Amplio, cómodo, pero debe seguir con la renovación del mobiliario de las habitaciones. Seguro que lo hará

Hotel de 4 estrellas que dista mucho de las que tendría que tener realmente, es decir, debería tener 2 ó 1, instalaciones antiguas humedades en la en la habitación, suelo deteriorado, cama insufrible en definitiva, no es un hotel apto para para tener cuatro estrellas. En cuanto al desayuno muy regular. El personal debería estar más atento y ágil. No repetiría.

Hotel en el centro del Puerto de Santa María.
Impresionante!
Cada rincón es una sorpresa. Bien cuidado y acondicionado.
La única pega: la moqueta en la habitación.

Un antiguo Mon
Buen servicio, personal amable, el desayuno muy completo.
Pegas. Las moquetas en las habitaciones

Muy céntrico, buen buffet y excelente trato, la única pega és el entramado de pasillos para encontrar la habitación

Ubicación, hotel que por verlo y explorarlo merece la pena aunque sea una noche.es enorme habitaciónes grandes limpias comida y desayuno lo normal.

Monasterio restaurado en un espectacular hotel, en el centro de Puerto. Limpieza, cómoda y servicio espectaculares

Habitaciones grandes pero necesitadas de renovación. Muy bien situado (a 10 minutos caminando del centro y también de la estación). Desayuno bufé completo. Una muy buena elección por el precio

Venia a este hotel con frecuencia y ahora que he vuelto, que decepción.
Habitacion vieja y mal cuidada con desconchones en paredes. Suelo levantado en algunas zonas.
La cafetería, pese a que en la web dicen que está abierta, cerrada sin más. No hay ningún tipo de restauración salvo, espero, el desayuno.
No volveré.

Una atención especial super atentos, y el confort de las habitaciones también magníficos, el desayuno de diez.

Hotel muy bien situado, precioso monasterio!
Personal súper atento y amable, muy limpio todo y la comida del buffet muy Rica.
Muy recomendable

El hotel deja mucho que desear en cuanto a la comida, poco accesible y nada de animación, lo mejor que tiene son las camas y los desayunos.

Antiguo monasterio con una restauración impresionante.
Sólo pongo un pero a las bañeras sin un sólo asidero y antiguas. Dificulta la salidade la misma. Peligrosas para la tercera edad.

Es una pena que este hotel se encuentre en tal estado de mantenimiento. Hace mucho tiempo que no iba a un hotel tan envejecido.
No es que sea clásico, es que está viejo.
Está pidiendo a gritos una reforma por todos lados. Parece mentira que la cadena Eurostar tenga un hotel así.
Lo bueno: la cama

Nos ha encantado el hotel, habitación, personal, bufet de desayuno y cena, ubicación muy buena. Recomendable.

Un hotel precioso ubicado en un monasterio, con lo bueno y lo malo que tiene. Bueno: lo bonito que es, malo: habitaciones algo viejas, algunas tienen un ruido de fondo que puede no dejarte dormir, pero el personal tiene que saberlo porque enseguida te cambian la habitación amablemente.

Hotel agradable y muy cuidado en las zonas comunes. Las habitaciones les falta un toque y que sea con más gusto y no me refiero a que tenga que ser minimalista como todos ahora.

Se ve anticuad, aunque la decoración sea estilo antiguo, se ve poco cuidado y algo sucio. Es muy grande y difícil de mantener. Ambiente muy tranquilo. Habitaciones no demasiado cuidadas pero con colchones cómodos. Tienen un buen desayuno. Es como una hospedería o parador venido a menos.

Hotel algo desfasado, hemos ido a muchos hoteles de cuatro estrellas y este no tendría que tenerlas. Es un 3 estrellas normalito. Desayuno muy justito, pocas pastas, casi todo de chocolate.

Estupenda estancia, nos sorprendió que la habitación contase con un pequeño salón, puesto que uno de nosotros tenía que teletrabajar y esto nos facilitó la estancia. Echamos de menos que no estuviese abierta la cafetería. La piscina muy tranquila.

El hotel está bastante viejo y necesita reforma. Dispone de patios interiores muy bonitos y en si, tiene un gran potencial, pero es necesario una inversión para actualizarlo. El buffet del desayuno es bastante completo. La cena es mejor no reservarla, un menu con poca variedad y de excasa calidad. Los empleados muy amables.

El estado edificio, antiguo monasterio una auténtica pasada, las zonas comunes muy bien presentadas y decoradas con muy bien gusto. En cuanto al hospedaje ya es otra cosa, las habitaciones muy amplias pero necesitan un mantenimiento/reforma ya. Concretamente la que se nos adjudicó hace ni se los años que no se pinta, grietas en las paredes, muebles desconchados, si bien la limpieza muy correcta, la sensación es de vieja y abandonada. Siento estos comentarios pero, desde mi punto de vista, a pesar de la nobleza del inmueble, le sobra alguna estrella al hotel.

Necesita una reforma con urgencia, ser un antiguo emplazamiento histórico no quiere decir no tocarlo desde entonces. Caro para lo que es. El personal de recepción suple estás deficiencias con su amabilidad.

Le bâtiment musée est intéressant dans les parties communes, mais la chambre est sombre, et sentait l'humidité (la fenêtre de la 128 s'ouvre sur un mur.)
Le buffet du petit déjeuner est industriel et médiocre.

Hotel muy bueno y chulisimo, el personal nos atendió de maravilla, y además nos regalaron un "upgrade " y nos alojaron en una júnior suite. Para volver

Hotel precioso, la muestra de pachwork muy bonita e instructiva y los productos en los estands atractivos y de diferentes precios.

Muy bueno, habitaciones grandes. Personal agradable y amable. Desayuno vario, para todos gustos. Posición incomoda, está en centro, imposible aparcar.

Hotel muy cuidado y atrayente con un personal bastante agradable. Ojo con los pasillos de planta porque rápidamente te despistas. Tiene piscina y un jardin al lado. También tiene un patio central con mesas y sillas. Dispone de cafeteria restaurante. El aparcamiento es complucado pero hay un parking públuco a unos 300 metros donde te cobran máxumo 5 euros pir día. Recomendable
.

Insuficiente en muchos servicios.habitaciones.antiguas.baños.puf.eso sí la atención del personal.supina

Normalmente es un hotel caro pero con buena presencia y calidad. Una oferta en temporada baja es una buena oportunidad

Las habitaciones no están bien conservadas y son muy pequeñas si no pides una habitación superior. Olvídate de descansar, a las 8.30 empiezan a sonar las campanas en una iglesia y cada hora te despiertan.
El personal de recepción no es muy amigable.
En definitiva, hay otros hoteles en El Puerto mucho mejores

No me gusta la habitación y el cuarto de baño fatal porque la bañera cruge y el extractor de aire molesta por el ruido que hace, sólo tienes ganas de salir de el.
. A lo mejor es porque es la habitación más económica.que no lo es tanto

Muy confortable, limpio, sencillo, tranquilo y completo. Un verdadero placer haber pasado la noche en un monasterio, algo nuevo para mí y mi pareja. Lo recomiendo.

Edificio histórico pero a falta de urgente reforma. Habitaciones con problemas de humedad. Requiere de señalitica para ayudar a los huéspedes: cafetería, n de habitaciones, etc. El desayuno muy normalito.

Excelente relación calidad precio. Habitación amplia y luminosa. Baño muy grande con ventana. Personal muy amable. Limpio. Todo funciona. Y sobre todo el edificio histórico.

El servicio genial, el personal genial, sólo un«pero». Las habitaciones a la calle no están insonorizadas, demasiado jaleo.difícil descansar, tuvimos que cambiar de habitación, deberían insonorizarlas, hay medios.

Me ha encantado la estancia. Hotel súper limpio, los trabajadores muy amables y sus servicios son muy buenos. Para repetir sin duda!

Me alojé 4 días y todo genial. Lo mejor la gente que trabaja allí, te tratan genial.
El desayuno buenísimo y todo el producto de alta calidad.
Lo único que no me gustó fueron los horarios de la cafetería en la piscina, a partir de las 4 en pleno Agosto.

Un gran hotel en pleno centro de El Puerto, en el marco incomparable de lo que fue El Monasterio de las Capuchinas, como se le conoció siempre popularmente en el pueblo. Habitaciones modernas y confortables y un patio andaluz lleno de historia y encanto

Muy caro y el hotel muy destartalado para ese precio. Alfombras muy usadas.
El personal muy amable.
Le hace falta o reforma o bajar precios.

FANTÁSTICO
100% Recomendable las cama comidas y almohadas, todo con el encantos de tener si historia
Volveremos sin duda
El personal de recepción muy amables y correctos
PRESENCUE a una señora que.les daba voces y ell9s en ningún momento se salieron de sus casillas
MUY EDUCADOS a pesar que la señora se merecía una patada en chulo y que la echarán a la calle
Así que este hotel es Fantástico Fantástico

Un hotel normalito en El Puerto de Santa María.
Es curioso porque es un antiguo monasterio, pero los pasillos resultan muy enrevesados, casi hace falta poner el GPS para llegar a la habitación. Parece exagerado pero es real.
Te acordarás de este comentario si vas.

Buena opción para disfrutar de la visita a Puerto de Santa María, un hotel antiguo pero con encanto. Bien situado cerca del puerto.
Para destacar el desayuno buffet muy completo.

Es un hotel muy muy bonito, emos pasado una semana y nos a tratado muy bien, y la comida, en mi caso media pensión, desayuno y cena, lo recomiendo.

Un lugar muy tranquilo, la piscina un espacio de tranquilidad. Necesitaría un lavado de cara pero es tan grande que debe ser difícil su mantenimiento.

Edificio muy bonito. Las habitaciones se han quedado en los 80. Moqueta, un sólo enchufe en la habitación y el baño en mal estado.

Muy bien, además se puede aparcar casi frente al hotel. Un edificio amplio y luminoso, con un precioso patio con fuente y otro con jardín donde la piscina, muy tranquilo y soleado. Los muebles antiguos salpican los pasillos y le dan un toque diferente.

Hotel muy correcto, gran trato, sobretodo de la chica rubia joven de la recepción. Habitación limpia y cuidada. Únicos puntos negativos son las nulas vistas de mi habitación y el laberinto de pasillos y habitaciones que te tienes que aprender para ir y volver de tu habitación.

Un antiguo monasterio reconvertido en hotel. Sorprende cuando lo ves por dentro porque aún quedan muchos aspectos de la decoración que recuerdan a sus orígenes. Pasear por sus pasillos, subir o bajar por la escalera, o el atrio central con la fuente, es como viajar en el tiempo. Tiene piscina, además. Muy recomendable.

En general una restauración muy bien hecha, todo bien pero faltan enchufes para cargar teléfono o cámaras.