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Muy amable la chica Cubana que nos atendió en la cena de hoy, tenerla en cuanta siempre muy buena persona, ojalá todos los camareros atendieran así Felicidades
En esta pintoresca ciudad de Bailén, Andalucía, España se encuentra este notable hotel, con un personal muy servicial. Las habitaciones están limpias, con todas las instalaciones que se pueden esperar. Sin duda recomiendo este hotel para su próxima visita a esta región.
Hotel un poco vergonzoso, primero nos dan 2 habitaciones que están usando otros huéspedes se lo decimos y nos Dan otras habitaciones, una de las reservas era una habitación triple y nos Dan una doble, nos meten una "cama" amarrada a la pared sin montarla ni nada, faltaba todos los utensilios de limpieza de un huésped, a las 9 de la mañana de un sabado empieza a martillazo puro, la cerveza a 4 euros.
Magnífico trato de Isabel, Julia y el cocinero Valentín que nos ha preparado un exquisito plato que no estaba en la carta. Todo buenísimo y una atención inmejorable. Lo recomendamos cien por cien
Un clásico de Bailén muy renovado. Probablemente tendría más encanto y muchos más visitantes antes, cuando todo el tráfico de la N-IV pasaba por su puerta. Solo paré a tomar algo, pero no me llamó la atención lo suficiente como para repetir a comer otro día. Sin ser malos, no me llamó la atención ni el servicio ni la carta.
Un hotel que hace 20 años debió ser un referente en el pueblo, pero a día de hoy tiene muchas carencias básicas. La moqueta de los pasillos estaba sucia llena de pelusas y papelillos, nuestra habitación olía muchísimo a tabaco, incluso tenía un cenicero y el desayuno tuvimos que casi rogar a la camarera que nos lo pusiera, cuando estaba incluido en el precio, una tostada, café y zumo de brick, sin una pizca de amabilidad.
Se esta bien en la cafeteria-restaurante pero le doy una estrella porque le tendrian que dar un giro a las tapas. Vas a tapear y te ponen la tapa que quieran los de cocina para nada tiene carta donde elijas tu la tapa si te gusta genial pero sino te gusta pues a aguntarse. Y tambien darle un giro y reformarlo esta viejete tanto los salones como todo en general, fuimos de boda y lo salones estaban desconchados la pintura y mal y encima habia goteras. Hay que darle una vuelta.
La limpieza de la habitación nefasta. Movimos camas para coger objeto que se nos cayó al suelo y debía hacer semanas que no limpiaban por abajo. Comida y desayunos aceptable. Camareros con poca vocación de servicio.
No hablo por el hotel, si no por el restaurante! Que camarero más borde, desagradable, antipático sin ganas de currar. Claro que la hostelería es dura. Pero con un poco de simpatía se curra mejor. Tan desagradable que le pido la leche templsda por favor y la pone ardiendo! Le pido que me cambie el vaso y que me eche leche fría y se molesta! MAJETE DALE MÁS A LA CAMA
Mala comida y peor servicio. Pedimos bacalao y después de un buen rato dicen que no les ha llegado, nos sirven una sepia y una presa ibérica durísismas. El camarero poco atento (y estábamos solos) y mal encarado.
Mal trato fui a la 16: 00 horas a comer y me dijeron que a esa hora cerraban la cocina les pedí un bocadillo y tampoco si voy a Bailén ese sitio no lo pisare
Yo creo q todo el mundo lo conoce, la Nacional IV pasa por la puerta, media España pasaba por delante hace muchos años, ahí sigue, igual, buena atención y buen servicio si se quiere hacer un alto en el camino y pernoctar.
Hemos celebrando todos los eventos familiares, gran cocina, trato muy profesional, un placer volver allí. Totalmente recomendable tanto como alojamiento como por su gastronomía.
Estuvimos comiendo en el restaurante, de paso hacia Córdoba, y lo que comimos estuvo muy bien (paté de perdiz, lomo adobado y ensaladilla). Recomendable si pasas por la zona.
He cenado junto con mis amigos a la zona del castillo y la experiencia ha sido excelente. Música a nuestro gusto, comida riquísima, y un excelente servicio de manos de Jose, nuestro camarero, que ha estado atento a todo con una profesionalidad impecable. Una noche de 10!
Fuimos al restaurante por recomendación de un amigo. Trato excelente, muy cómodo, la comida buenísima y muy bien de precio. Hemos repetido posteriormente.
Un restaurante para celebraciones familiares o grupos grandes, bien decorado y el servicio muy ágil, educados. La comida muy rica y bien guisada. Lo que más me ha gustado es el arroz con leche.
El hotel tiene sus años, falta una pequeña nevera en la habitación, pero en limpieza habitación de 10, comida buena, trato bueno, sin duda lo recomiendo.
Sí queréis pillar sito tenéis que ir con antelación, sino lo tendréis difícil. Comida muy rica, servicio medio y el precio de todo tipo. El ambiente es muy familiar, eso sí, hasta cierto punto.
Esta muy bien, buen trato y buena gente, cuidado en el parking ke hay un tío estafando gente pero no es de ellos, es un estafador de algún pueblo de allí.
Excente ambiente interior y exterior para realizar eventos. También la atención de sus empleados fue muy buena y la comida les gustó a todos nuestros invitados.
He ido con un grupo y en el hotel ya habia otro grupo y a la hora de la comida o cenas son un poco lentos deberian reforzae esa parte. Trato excelente de parte de todo el personal y limpieza muy buena. Falta secador en el baño.
Muy bonito, limpio y con buen olor, la comida del restaurante muy buena y la decoración muy tradicional. En general muy bien, aunque las paredes son muy finas y se escucha fácilmente las otras habitaciones. La foto es de las vistas desde mi ventana.
Excelente y agradable cafetería, muy espaciosa y sin aglomeraciones. Un espacio relajado, anexo al hotel, donde se puede mantener una tranquila conversación en la barra o en sus agradables sillones con un café o uns copa delante. Servicio atento, correcto y muy profesional aunque, a veces, se echa en falta la presencia de algún camarero más. Establecimiento decorado con gusto y bien comunicado, al pie de la antigua Nacional IV. Bastante recomendable.
Buen sitio para comer si se va de paso. Menu del dia con tres primeros, tres segundos y postres. No esta mal y tienen pan sin gluten y los intolerantes podemos arreglarnos pero sin haber nada especial