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Iglesia de gran tamaño que encontramos en una zona más apartada del centro de Antequera. Se sitúa cercana al Río de la Villa y tiene un mirador cerca, con grandes vistas de la Peña de los Enamorados. Tiene una conservación óptima y aunque el exterior es discreto a pesar de su tamaño, el interior es espectacular.
Una de las iglesias barrocas más impresionantes que he visto, en el casco antiguo de la ciudad y cerca de unas murallas y puertas. Me encantó aunque tuve que pagar entrada pero fue bien merecido
La Iglesia del Carmen, es de las pocas que se pueden visitar en Antequera. Una persona por 2€, te da acceso para ver esta monumental Iglesia. El artesonado mudéjar del techo, el magnífico retablo barroco, sin estofat, del color de la madera, hace de ella una visita imprescindible en Antequera.
Un retablo magnifico, un mirador agradable, aunque en un lateral se percibe que el terreno se ha movido y necesitaran obras de contencion pronto, cuesta aparcar cerca pero la caminata por los alrededores es agradable.
Muy bonita, muy barroca. Lo que no entiendo es que si la Iglesia recibe partidas presupuestarias del Estado, por qué hay que pagar para entrar. Será porque habrá que seguir costeando el negoci
Maravillosa y espectacular. El primer cuadro de la entrada: la escalera de Jacob, entrar dentro de la iglesia, artesonado, capillas, etc hay que estar un buen rato para deleitarse en tan magnífico monumento.
Nos atendieron muy bien. Las alcachofas estaban muy buenas y las costillas de cordero a la brasa muy ricas y muy abundante el plato. Es la segunda vez qué vamos y si volvemos a Montilla repetiremos.
Para mí es una de las iglesias más bonitas de Antequera, si te gusta la arquitectura de las iglesias no puedes quedarte en la puerta, el retablo es mucho más sorprendente. Visita obligada para todo el que venga a Antequera!
Es un templo de estilo barroca realmente increíble. Exteriormente no destaca mucho, pero su interior es una auténtica maravilla. El artesonado del techo es fantástico y te deja sin aliento. El altar mayor es una preciosidad. Los diferentes retablos y las capillas que tiene el templo son muy hermosos. No hay que dejar de verlo
La Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, Quinta Angustia y Santo Entierro, también conocida por la Cofradía de la Soledad, hace su salida procesional el Viernes Santo ya en medio del silencio de la madrugada. Esta cofradía cuenta con la imagen de la dolorosa más antigua que se procesiona en la Semana Santa de Antequera. Se trata del grupo escultórico de la Quinta Angustia, cuyos orígenes se remontan al primer tercio del siglo XVI, y representa el tema iconográfico de la Piedad.
Bellisima y encantadora iglesia antequerana de estilo mudejar, que sigue el modelo de las iglesias moriscas granadinas. En su interior, destaca el impresionante artesonado mudéjar de lacerias, junto con los impresionantes retablos barrocos. A la entrada se encuentra en una pequeña hornacina la imagen policromada de la virgen del Socorro, regalo de los Reyes Católicos.
Preciosa iglesia. Desde q entras no paras de mirar hacia arriba. El altar mayor es espectacular. No solo está la virgen del Carmen coronada sino la virgen de la soledad y el cristo yacente q es articulado. Aparte hay muchas imagenes de santos. No te vayas de la iglesia sin visitar su camarin.
Localizada en la ciudad de Antequera, casi colgada en un escarpe, se yergue el magnífico templo exconventual de los Carmelitas Calzados, la Iglesia del Carmen, que hoy sirve de sede a la antigua parroquia de Santa María la Mayor.
Las obras de la Iglesia del Carmen y del desaparecido convento parece que comenzaron a finales del siglo XVI. A la derecha de la portada se sitúa una pequeña espadaña, de un solo hueco, único resto del campanario tras la demolición de la llamada Torre del Gallo. La planta sigue, con algunas variantes, el modelo de iglesia morisca granadina: una sola nave, capilla mayor espacialmente muy definida y capillas laterales independientes entre sí.
Destaca la majestuosidad de la capilla mayor con sus tres enormes retablos, muy particularmente el central o mayor, concebido como un himno carmelitano que se considera, por su belleza y significación, como uno de los más interesantes ejemplos de la retablística barroca andaluza del siglo XVIII.