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Haber si hacéis más inspecciones por los comercios del centro que para recargar la tarjeta del autobús sólo te dejan en efectivo y si quieres pagar con tarjeta te piden 20 céntimos más o no te la recargan. Una vergüenza pagarle los impuestos por adelantado y doble
El hombre de la empresa de seguridad privada, Grupo control en el acceso al edificio, NEFASTO. Cero modales, cero atención cara al público. Persona así, no deberían estar en puerta de un organismo público en el que se debe ayudar al ciudadano y no reprimir ni impedir de forma altiva y chulesca el derecho a la información de los ciudadanos. Las formas, gestos y ademanes que tiene y realiza este señor no son aceptables. No me extraña ver reseñas similares hacia esta persona. Se ha ganado hoja de reclamación.
Muy buen trato por parte de la mujer de seguridad o vigilante, ha sido súper amable en todo momento y muy atenta. Fui a rellenar el modelo 621 de transferencia de vehículos presencial porque la página web es nefasta y tiene muchos fallos, pero de manera presencial todo ha ido genial, y la previa atención telefónica también.
A las 8,50 el vigilante no está en su puesto y me tiene que informar la limpiadora de que hasta las 9 no entra nadie. Qué alguien informe al Sr. Vigilante de las funciones del control de accesos y que no delegue en la limpiadora que ya tiene bastante trabajo. Tampoco sabe decir adiós, pero eso ya es demasiado tarde para que su jefe lo pueda solucionar.
Vergonzoso, no cogen el teléfono, no atienden sin cita y poco resolutivos. Si fuera una empresa privada estaría cerrada hace tiempo o se pondrían las pilas.
El sistema de cita previa está muy bien, en cuanto al servicio que hace el vigilante de la entrada deja mucho que desear. Tendrá que hacer sus funciones, pero hay muchas maneras agradables y cortés de hacerlas. Todos los que entramos en esa franja horaria, comentábamos lo mismo. Poco respeto y cero empatía.