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El sitio es precioso. Muy triste que no tenga ni un camarero agradable. Fui cuatro días seguidos a tomar café, por seguir dándoles una oportunidad ya que me encanta el sitio, y el trato siempre fue "de mala gana". Por supuesto, no he vuelto más.
En el albor de la mañana encontré un apacible reducto con aire rústico singularmente apartado de avenidas y semáforos pero al mismo tiempo hundido en sus mismas entrañas. Que mejor lugar para hacer un alto en el camino, desasirse de las cadenas invisibles, o al menos, tener esa sensación por un breve lapso de tiempo. Con esta optimista perspectiva entre en el bosque encantado. Fue tan apacible que ni siquiera nadie me vino a atender, tan rústico que me tuve que ir a por el café, tan buen ambiente que tarde mas tiempo en comprar la casa que en conseguir la excusa primera de mi visita, el condenado café.
Se nos hizo tarde y decidimos picar para cenar. Realmente sorprendente los productos. Los nachos, la cerveza al Pedro Ximénez, los canapés, todo realmente bueno la verdad, para no ser un sitio de comida al uso realmente bueno. Creo que cada vez lo están haciendo mejor.
Un lugar agradable con personal de servicio atentas y diligentes. He estado tapeando para almorzar y me ha sorprendido que el menú es bastante bueno. Recomendable tanto para desayunar tapear a mediodía y tomar un café por la tarde o una copita por la noche
Lugar bonito y acogedor. Despues de 45 mn de espera han dicho que no les quedaba casi nada del menu. Precios algo elevados y cocina muy regular. No tienen palabra ni sentido profesional ninguno. Que vayan primero a formarse y luego nos replantaremos si entramos o no.
Estupendo para desayunar, todo tipo de té, tapas elaboradas cada día, situación privilegiada y ambiente selecto. Tardes con musiquita y copas.lugar histórico donde utilizar intercambio libre de libros y fotografías de la época de los ingleses.
Fantástico lugar para pasar un buen rato. Excelente café y pastas. Tapeo ideal. Tiene un surtido de cervezas (incluso artesananales) y de vinos excelentes. Las instalaciones están muy bien cuidadas, al detalle. El entorno es idílico. Dentro del vasco antiguo inglés de Huelva. No faltes a este rincón de la gastronomía onubense.
Sitio muy agradable. Me encanta Cuando voy a huelva suelo pasar Intento saludar a Valeria. No estaba. Una argentina encantadora que regenta el negocio.
Como el nombre lo dice también tiene un simbolismo histórico.
Ya que era la antigua casa del guarda del barrio Reina Victoria. (Lugar donde vivían los trabajadores de la Rio Tinto Company Limited, mayores explotadores de la mina de Río Tinto)
Los precios asequibles, el servicio, bueno y el sitio, solo pensarlo huele a historia.
El sitio es precioso pero no repetiría. La presa sobre pan era sólo grasa, no había carne, no me la pude terminar. El montadito de bacalao, salmón y aguacate venía con el pan chicloso, empapuchao del aceite de los ahumados y eso no era salmón. Cada vez que quería pedir algo tenía que entrar dentro porque el camarero no salía a la terraza, En fin. Desastre
Lo que más me gustó es que está simpáticamente decorado, con libros usados colgando del techo y con recortes antiguos de prensa tapizando una parte de la pared del bar. Y tiene una típica cabina telefónica inglesa, a la entrada del bar.
Bonito e histórico lugar de la estancia inglesa en Huelva durante el tiempo de explotación de las minas de Río Tinto. La casa del guarda era eso, la casa donde habitaba el guarda del Barrio Obrero. Residencia de los trabajadores de la Compañía minera. Buen sitio para tapar y degustar una gran variedad de tés e infusiones. Recomendado.
Típica vivienda inglesa de la época de auge de las Minas de Riotinto. Era una zona residencial y esta casa era del guarda de la misma hoy convertida en cafetería.
Lugar muy agradable y acogedor. Accesible. Terraza de invierno y verano. La carta es modesta pero todo de calidad. Un sitio muy original ya que está en un barrio inglés donde vivieron trabajadores de la compañía minera inglesa asentada en Huelva en el siglo XIX y que explotaba las minas de Riotinto. Se trata del barrio Reina Victoria (por la reina del Reino Unido) y en esa casa vivía el vigilante del barrio, de ahí su nombre que tiene todo el sentido e intención. La decoración está cuidada en ese sentido. Ideal como punto de inicio o final para tu visita turística al barrio.