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De lo mejorcito del barrio en servicio, calidad y precio. La comida llena de sabor y siempre hay alguna innovación en los platos fuera de carta. Por supuesto que no falte el plato estrella: huevo a la turca… delicatessen
Restaurante de 10. Llegamos sobre las 16.00h de la tarde tras hacer turismo y nos atendieron sin problema sirviendonos raciones y los camareros con una buena cara y muy simpaticos. Las raciones muy buenas tambien. Mil gracias.
Ir a La grulla siempre es un acierto. Todo riquísimo.: el revuelto de hongos y foie espectacular. Los postres una delicia: la tarta de plátano y dulce de leche y la torrija con helado.no tengo palabras, soy fan de los postres. Pero sobretodo y muy, muy de agradecer es el trato recibido por parte del personal. Gracias
La comida estaba bien, pero demasiado cara. No vale la mitad de lo que pagamos. También tienen una tarifa de terraza del 15%, lo cual es simplemente absurdo.
La comida genial. En especial porque es todo sin gluten. El servicio no tanto. En una ocasión nos encontramos una aceituna mordida. Literal. Se notaba el bocado perfectamente. El camarero, no sabía dónde meterse. Hoy, hemos pedido dos vasos de agua (un niño y yo con medicación para las muelas) y no los han traído. He tenido que ir a buscarlos. El remate ha sido cuando uno de los camareros le ha limpiado los zapatos a su compañera con el trapo de limpiar las mesas. Muy higiénico. Sin duda. Una pena porque el sitio me encantaba
Queríamos sentarnos fuera pero un camarero nos dijo que dentro el precio era el mismo (pues no, 1,70 el cubierto dentro) Pedimos media de croquetas 9'60€ donde te vienen ¡¡¡¡¡6 CROQUETAS! Y después pedimos ración de solomillo al whisky costaba 14'10€ y nuestra sorpresa fue encontrarnos con solo 4 medallones pequeños de carne, muy caro para ser solomillo blanco (lo único que se salva del plato es que las papas no eran congeladas). Una botella de agua chica, una Fanta de naranja, 3'40 de los dos cubiertos, las croquetas y el solomillo, nos costó 31€. En definitiva: MUY CARO PARA TAN POCA CANTIDAD.
Tenía grandes expectativas pues me lo habían recomendado. Pese a que la comida estaba buena, no volveré. Precios muy caros y atención muy lenta. 3 consumiciones, unos huevos rotos y pluma… Más de 20€ por persona.
Comer en la grulla es como comer en la casa de abuela, sus recetas son perfectas para cualquier tipo de ocasión y son todo un deleite al paladar. El huevo turco sin duda algo inigualable muy rico. En mis fotos les dejo algunos platos que he probado. Para mi en general lo que pidas siempre esta bueno
Gran variedad y tapas ricas. Ir a tomarte una tapa con la tranquilidad de saber que es una cocina sin gluten y sin lactosa sin tener que estar remirando la carta y haciéndole el tercer grado al camarero/a es un verdadero lujo. Muy recomendable
Su parrillada de verduras perfecta y tb los rollitos de queso con espinacas, aparte de la ensaladilla de aguacate, el trato bueno, quizás la cocina un poquito lenta pero sin días así.
Restaurante especatcular en el centro de Sevilla. Comida de gran calidad y muy buena relación calidad-precio. Servicio muy amable y muy atento. Volveremos sin duda.
Muy buen restaurante, la comida es excelente, pero es que el servicio además es espectacular. Volveremos sin duda, gracias por el trato cercano en especial a Manuel, que nos ha atendido siempre de la mejor manera. Para recomendar.
He estado varias veces, la última hoy mismo. Servicio muy competente, buena ventilación, higiene como pocas veces se ve en el sector, excelente presentación. Menús acorde a calidad. No es caro pero tampoco es barato. Cocina tradicional con sorpresas en la carta para paladares más sofisticados, buena separación entre mesas y se puede comer en el exterior. Hay que reservar con antelación, está bastante solicitado. Buen ambiente. Ideal para ocasiones celebratorias.
El servicio es rápido y correcto. La comida estaba buenísima. Pedimos el revuelto de setas y foia y el cachopo con queso azul. La carta solo tiene media y raciones. Los precios rondan entre los 12-22€. La variedad de la carta no es muy amplia, pero tiene platos menos comunes que en otros sitios.
En resumen: Me gustó mucho la comida y la calidad de la misma, pero me pareció un poco caro.
Cocina mediterráneamente diferente! Servicio amable, atento y profesional. Carta basada en productos de buena calidad con elaboraciones que caseras y sabrosas. Recomiendo el revuelto de setas y otros fuera de carta. Calidad-precio adecuada.
Raciones muy ricas, la atención estupenda. Lo que no me gustó fue que los precios no van incluido ni el 10 por cuento de iva, ni el 15 por ciento de terraza, lo que hace que sea caro.
No me ha gustado, el servicio tosco y te quitan los platos casi sin avisar, parece más un bar cualquiera que un restaurante. La comida tampoco me ha convencido, una ensaladilla con unos sabores o toques foráneos extraños que a mí particularmente no me agradan.
Pues aquí he tenido sensaciones dispares; el servicio muy bien todo, todos los camareros muy atentos y serviciales pero la comida bajo mi punto de vista ha dejado que desear. Partiendo de la base de que la ensaladilla es de calabacín con langostinos únicamente (Lo cual deberían avisar en la carta) o un roast beef como llaman ellos a un carpaccio con puré de patata.probablemente volveré en unas semanas a probar algo más de la carta por ver si mi opinión cambia en cuanto a la comida.
Comida aceptable, poca cantidad. Servicio muy malo, sobre todo uno de los camareros que con prepotencia nos dijo que aguantaramos el frio, "haberos sentado dentro" fue su respuesta, teniendo un calentador apagado al lado de nuestra mesa. Cuando lo dije otra vez dice que el encargado es el unico que sabe encenderla. Luego vino el supuesto encargado a decirnos que no habia venido el del gas y que no tenian bombona… surrealista 4 calentadores apagados y pasando frio. La presa una suela de zapato quemada. No lo recomiendo.