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Caótica, como siempre. Dormidos en los laureles, y se empiezan a despertar cuando entran los alumnos. La Covid-19 y el protocolo sanitario de seguridad les viene grande, como si no fuera con ellos.impresionante el descontrol. Los códigos QR no los utilizan aún, por órdenes superiores.luego vendrán las lamentaciones y llantos. Suspenso, señor@s de la facultad.
No esperes que te cojan el teléfono. No esperes ningún tipo de ayuda por parte de los trabajadores. Te van a poner mil obstáculos por cualquier cosa que solicites, aunque sea lo más simple. Cualquier gestión que necesites hacer te van a mandar a otro lado, porque eso sí que de les da bien, mandar a la gente de un sitio para otro. Ánimo.
Este año la comida de la cafetería de la Facultad ha empeorado en cantidad y calidad. Además, parte del personal encargado ha cambiado y se echa de menos al anterior.
Es un edificio enorme. La biblioteca está bien. El salón de actos está domotizado, pero con tecnología que no se suele usar en Europa, además de ser lenta. La cafetería es de las mejores, sobretodo su servicio. Lo malo son los patios y el recibidor, que en invierno hace frío y en los patios te mojas, a pesar de estar dentro de un edificio.