Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Experiencia exquisita trato del camarero increíble, y la comida espectacular. Hemos estado durante 1 semana comiendo y todos los platos buenísimos. Volveremos.
Buenas, solo paramos en este bar por un evento en el Palacio de Congresos. Nos cobraron algo más de 2€ por un vasito de caña de cerveza que no estaba ni lleno (16€ por 7 cañas), cuando en el resto de Sevilla no supera ese tamaño 1,40€. Como íbamos con prisa de coger el taxi no pudimos ver bien los precios, pero claramente se aprovechan del personal que no conocen y se para ahí una vez en su vida. No podemos valorar la comida porque no pedimos, ni tampoco podremos valorarla en el futuro porque no repetiremos a pesar de seguir parando por la zona. Por lo tanto o es infinitamente más caro que todos los bares de Sevilla o nos engaño. En cualquier caso, nada recomendable.
Pongo una estrella porque menos no me deja. Fui con la familia el fin de semana pasado. El caso es que a nuestra llegada les dijimos que éramos 10 personas y tres más que llegarían un pelín más tarde (entre que preparan la mesa, pedimos y nos sirven llegaban de sobra). Nos dijeron hasta en cinco ocasiones en 5 minutos que si esas tres personas iban a llegar. Finalmente nos termina diciendo el camarero que si en 10 minutos no llegaban quitarían esos tres sitios (habían pasado sólo 2 minutos desde que nos sentamos). Se dirigió a nosotros de muy malas maneras delante de todos los demás que había en el salón y en un tono demasiado alto. Viendo ahora los comentarios generales veo que no mucha gente tiene buena experiencia en este sitio (lo tenía que haber mirado antes). Ni lo recomiendo ni volveré.
Sitio de Pena. Fuimos 10 personas a cenar el viernes y ya sentados pedimos Bebidas…mientras esperábamos a 3 personas más el camarero/dueño vino 3 veces a decirnos que teníamos que pedir presionando mucho en cuestión de 10 min desde nuestra llegada. La última vez dijo que o pedíamos ya o nos quitaba la mesa … íbamos a ser 13 personas y ya con bebidas puestas.
Le dijimos que en 5 minutos llegaban q estaban de camino y se puso chulo y desagradable.
Acabamos con una hoja de reclamaciones por el mal trato, la cual le costó darla y trató de quitarla de las manos. Por otro lado sus hojas tienen dos copias en vez de 3 por lo que si cumplen con este tipo de irregularidades internas no me quiero imaginar qué otras también deberán de pasar por alto…
Menos mal que no llegamos a comer ahí porque vistos los comentarios no lo merece mucho… en fin un auténtico desastre
Pedí un refresco (precio 2€ siendo un bar normal, de barrio) en la barra del local. Precisamente era el dueño, Pedro. Tuve que salir fuera a la puerta por una llamada telefónica dejando más medio refresco aún. Al volver ya no estaba. Le pregunto por el refresco y me dice que lo retiró porque estaba aguado (tendré que decidirlo yo al menos si está o no aguado). Tras varias conversaciones me pone otro cobrándome 1€ por el segundo, inaudito. Cualquier profesional de la hostelería (y debería de serlo pues es una persona muy mayor), primero hubiese preguntado si lo retira. Segundo hubiese asumido su error, no hubiese discutido con el cliente y mucho menos cobrar por el segundo refresco.
Este establecimiento no me daba buena sensación, ya que el bar vecino estaba lleno y él vacío. Pedí una tostada sólo con jamón: El pan duro, al tostarlo, porque seguramente sea del día anterior y solamente con algo de jamón, 2'50€. Y el batido, de marca Puleva, que suelen cobrarlo a 1'30€ como mucho, él lo tiene a 1'50€.
Del trato y la limpieza, no puedo tener queja, aunque también escueto.
Me ha parecido un lugar donde los precios son bastante elevados, cuando a diez minutos de este mismo sitio encuentras por la misma calidad pero a mitad de precio.
Precios excesivamente caros para lo que es, además el camarero te sirve a tí mientras él está almorzando. A quien le parezca eso de recibo que vaya a este tipo de local. Para nada recomendable.
Un establecimiento muy familiar para tener toda clase de reuniones con una cocina con mucho repertorio y una exquisitez en vinos y gran atención a los clientes.
Por el trato excelente que siempre he recibido por parte de Jesús y Estrelli, por la exquisitez de sus platos y un servicio de calidad, recomiendo este lugar para ir a comer y pasar un buen rato.
De visita en Sevilla por un concierto en el Fibes. Por cercanía, escogimos este local, pero siento decir que fue una pésima elección. Tardaron una eternidad en tomarnos nota y otro tanto en servirnos una ración de calamares fritos y otra de mero empanado. Los calamares, pésimamente presentados, simplemente puestos en el plato con un trozo de limón y listo. Ni un poquito de mahonesa o un acompañamiento de lechuga o tomate. La ración, además, escasa. El mero, ídem, con una patatas fritas que estaban frías; para disimularlo, habían colocado el pescado encima, confiando en que se calentarían algo; también sin ningún tipo de acompañamiento de mahonesa o ensalada. El precio, caro para la calidad que ofrecen. En definitiva, una experiencia que no nos gustaría volver a repetir.