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Soy Carmen Castillo. Después de una obra con lo que supone económica y emocionalmente, encima no queda bien. Además de pequeños detalles a los que le han dado medio solución, han medido mal la encimera y han tenido que romper un mueble nuevo para encajarla, dejando la hornilla desplazada con respecto a la campana. No me han dado solución y además me han dicho que podría haber elegido yo el marmolista cuando ellos en su propia tienda me vendieron la encimera, me la han facturado y han subcontratado el servicio a su marmolista "de confianza". ¿Cómo iba a pensar yo que un servicio que ellos me ofrecen iba a tener esas carencias? Una vez finalizada la instalación y todo pagado en su debido plazo (no como ellos que se retrasaron en varias semanas la entrega de la cocina), me dejan colgado un mueble que había pedido alegando que no quieren trabajar más con el cliente, ya que no soy de su satisfacción. Sinceramente, no sé para que me dicen que ponen marcha un mueble que no piensan hacerme. La cocina en conjunto no ha quedado mal del todo, pero teniendo en cuenta el presupuesto y el servicio que me vendian, no ha cumplido las expectativas en absoluto.