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Me diagnostican un espasmo muscular debido a un esfuerzo en el trabajo y siendo autónoma y llevando sola la gestión de una cafetería, requiere de comprar, descargar mercancía, entender en barra, cambiar el barril de cerveza, cesta del lavavajillas, y algunos trabajos de fuerza y esfuerzo, consideran que estoy para irme a trabajar, evidentemente cierro el negocio porque el dolor me impide trabajar. Para eso pago una mutua, para no tener derecho a unos días hasta que el dolor cese de descanso remunerados. Me parece lamentable e indignante.
Está clínica privada me atiende los accidenteslaborales que pueda tener. Tiene especialistas muy buenos y la atención es cercana, amable y amena, desde Cristina, la recepcionista, hasta María José la médico o la fisioterapeuta.