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Increible y encantador lugar para asentarse en vacaciones. Comida exquisita, ambientación preciosa y compañia excelente. He de destacar que las limpiadoras eran muy amables.
Parece mentira que esta joya arqueológica no esté amparada ni publicada por las administraciones públicas. Lugar digno de ver y de divulgar su historia.
Sitio perfecto para desconectar. Habitaciones amplias. Camas cómodas y todo muy limpio. Desayuno abundante. Vistas preciosas. Piscina muy cuidada. El personal es muy amable. La playa a un corto paseo en coche. Volveremos sin duda.
Lugar agradable y tranquilo en el bosque de la Breña. El restaurante era acogedor y el personable muy amable. La merluza estaba rica, aunque el menu carece de definición gastronómica.
Fuimos a tomarnos un café a media tarde, y es un sitio super tranquilo. El palomar mucho más grande de lo que pensaba que sería. Y lo poco que he visto del bar y la recepción muy rústico y con muy buen gusto. Un placer pasar por alli.
Reservé por que podías llevar mascotas, cual es mi sorpresa que llevaba un gato y me mandan un mail el el cual me indican que no puedo dejarlo solo en la habitación, si aceptan mascotas por que luego ponen trabas con ellas, además el trato muy borde.
Curioso sitio para visitar el palomar. Eso sí, hace falta una urgente restauración. Le falta poco para venirse abajo. Bien restaurado, iluminado y con cartelería explicativa podia ser un gran reclamo.
Esta antigua hacienda contiene el palomar mas grande del mundo. Un buen negocio en sus tiempos, cuando había que comunicarse con otras personas lo mas rápidamente posible.
La visita es gratuita. El lugar es para desconectar de todo. Muy campero. Entre pinos y cultivos. Personalmente no me importaría hacer un donativo para su mantenimiento. Sería una pena que se echara a perder.
Si quieres descansar, oír solo pájaros, relajarte y tomar una cerveza bajo un ficus, rodeado de palmeras, y en lugar con larga historia, siendo un empresa pujante en el siglo XIII.
Espectacular en todos los sentidos, el Palomar más grande del mundo en épocas medievales. Un 5qntovsiniesyro y encantador a la vez, despues de la puesta de sol.
Un lugar precioso y muy acogedor donde desconectar y en contacto total con la naturaleza. Hay rutas de senderismo que salen desde allí y las playas de Caños de Meca, Barbate, Zahara de los Atunes y Bolonia están relativamente cerca, a unos pocos minutos en coche. Aconsejo visitar su impresionante palomar con una historia y un premio Guiness de los Records por ser el más grande reconocido hasta ahora. Hemos dormido muy bien, las camas muy cómodas. Había mucha tranquilidad y paz. Habitaciones con baño propio, donde arriba está el dormitorio que está abierto y comunica con el salón, abajo el baño y en la entreplanta un saloncito con sofá cama, un armarito y un pequeño frigorífico con agua fresca dentro️. Hay ventilador de techo pero no es necesario porque en las habitaciones se estaba muy bien, muy buena temperatura, ni frío ni calor. Queremos volver porque se nos hizo muy corto y estábamos muy tranquilos allí y desconectados del bullicio de la playa.
Maravilloso hotel entre Vejer y Barbate, a 15-20 minutos en coche de la mayoría de playas de la zona. El lugar tiene mucho encanto y es muy tranquilo, ideal para descansar. Además la zona es fresquita, nada que ver con el calor de la zona. El desayuno en la terraza es muy completo y agradable. La piscina también es de 10 y todo muy limpio.
A 5 minutos está el pueblo de san Ambrosio donde hay varias ventas en las que se puede comer o cenar muy bien a precios mucho mejores que en los sitios más turísticos (también dan cena en el hotel)
Para llegar hay que coger un camino de tierra, pero no llega ni a un kilómetro, el resto es camino asfaltado.
El único pero es que en ocasiones hay pequeñas hormigas y otros bichitos por la habitación, hay que tener cuidado con dejar comida en el cuarto; pero es que es el campo!
El complejo nos gustó mucho. Tiene su encanto estar hospedado en una hacienda del siglo XVIII y su personal súper amable. Todo muy tranquilo, ideal para ir en familia y con tu mascota. Dormimos muy bien. El restaurante es genial. La calidad de la comida es espectacular. Todo muy fresco. Su personal es muy amable. El acceso no nos gustó. El camino es muy malo. La carretera tiene muchos bultos y por la noche no tiene iluminación. El wifi no funcionó bien los últimos 2 días y era muy lento. La limpieza estaba bien pero mejorable y el desayuno nos encantó. Pudimos desayunar fuera bajo la naturaleza. El zumo de naranja estaba riquísimo. El pan espectacular y la piscina era enorme. Lo que más nos gustó fue la tranquilidad, su personal y también poder ver un Palomar tan único.
Muy buen hotel. Nos trataron bien. No le doy 5 estrellas porque el camino para llegar hasta él, es horrible. Está un poco apartado de la ciudad, por lo que para comer y no gastar demasiado dinero, hay que coger el coche, el restaurante que hay, tiene muy buena comida, pero no pertenece al hotel, y el precio es un poco elevado. Pero el hotelito, estupendo, con su piscina y todo, y nos trataron muy bien. Hay que visitarlo aunque sea para ver el palomar, es muy grande, y muy curioso de ver.
Los cuadros a la venta me parecen horribles pero eso es muy personal.
El desayuno no es nada eco: el impacto de todas las dosis individuales de miel en plástico tendría que pertenecer al siglo pasado. Y podria ser mucho mejor en general.
Nos ha parecido fantástico, ha superado nuestras expectativas. Rodeado de Naturaleza pura, Arte e Historia. Una mezcla maravillosa para disfrutar y desconectar. El Hotel es maravilloso, la limpieza impecable y la atención buenísima. Y El restaurante espectacular de rico, la presentación de los platos y el personal. 100% recomendable Volveremos
Hotel hacienda del siglo XVIII con su impresionante e importante palomar de la breña en plena naturaleza. Lugar para la tranquilidad y el descanso con su fenomenal y atento personal del hotel. Tiene cafetería. Está en la carretera del pinar que va desde caños de meca a barbate. Bien señalado hasta el lugar: carretera caños de meca a barbate o viceversa, desviarse en la señal de san Ambrosio con su correspondiente señal del palomar de la breña. Una vez entrado en el desvío llevarse por las pequeñas señales donde pone palomar por una carretera entre los pinos impresionantes y desviarse antes de llegar a san Ambrosio por un camino de tierra señalado hasta llegar a la hacienda. Una vez llegado pedir entrar en el palomar. (entrada gratuita solo como digamos entrada tener la pequeña atención de tomarse algo en la cafetería en forma de dar las gracias por ver el palomar. No es necesario que se tome algún aperitivo en la cafetería pero por educación es aconsejable)
Es un sitio acogedor y se está muy bien. Lo único que no me gustó es cuando llegué e iba mi mascota y ya reservado, no le simpatizó al hombre que había en ese momento por que iba más perros, pero se portaron todos bien. Y la comida muy buena pero muy lenta. Por lo demás bien
Lo cierto que el lugar es precioso tiene un encanto especial, es súper cuco, limpio, entrañable, estuve súper a gusto. Todo lo contrario a los almuerzos nefastos, sin calidad, fríos y sin nada de personalidad. Un lugar tan privilegiado es una pena que a sus huéspedes no pueda ofrecer un almuerzo en concordancia con el precioso lugar. Es una pena, ya que es un sitio que recomendaría si no fuera por el hecho que no mola no tener un buen almuerzo para empezar el día con buen pie. Lástima "El Palomar"
Interesante ver el Palomar más grande del mundo, se encuentra en el interior de una Hacienda del S XVIII. Se visita de forma gratuita aunque si se toma algo se puede ayudar a la conservación del palomar pero te dejan entrar sin problema.
Interesante sitio con el palomar más grande del mundo, al q amablemente se puede acceder d forma gratuita para visitarlo. Tiene carteles informativos explicando el palomar. Se ve pronto, aunq no sea un sitio para desviarse si se anda lejos, ya q está un poco aislado con carretera d tierra, si es bastante curioso. Es una hacienda hotel del siglo XVIII reformada muy bonita. No estuvimos alojados tan solo visitamos el palomar y tomamos una cerveza, no tiene comida el bar del q dispone.
Me encantó este lugar! Nos atendieron super bien, el hombre era muy entrañable y educado. El palomar es precioso y su ubicación excelente. Es un lugar muy bonito en general.