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Para mí siempre ha sido parada obligatoria aquí para traerme pan, embutidos, dulces. Los productos merecen la pena por la calidad, pero mi sorpresa de hoy y para mal, ha sido la mala cara de una camarera hacia otra y las palabras sin respeto ninguno (una rubia hacia una morena). Me he venido con un sabor bastante agridulce, de hecho íbamos a pararnos a tomar un café también y hemos salido chaspeados.
Todo un clásico parar en este establecimiento. Nos desviamos de regreso a cordoba para tomar un refresco y llevarnos el riquisimo pan del vacar. Nota a las empleadas que nos atendieron tan simpáticas en especial a Joaquína, muy simpática y agradable.
Siempre que paso por ahí me paro, las tostadas están buenísimas, el pan estupendo y hay unas galletas con dibujos que a mi nieta le encantan. Totalmente recomendable.
El desayuno estupendo, pero no le doy 5 estrellas porque nos sentimos incómodos con el ambiente. Concretamente una trabajadora (una chica rubia bajita) le hablaba mal al resto de compañeros y considero que los clientes no tenemos porque escuchar esas cosas. Por lo demás productos de calidad, todo muy rico.
La primera vez que desayune las moscas se comían las tostadas, pero el colmo fue el sábado cuando fuimos a merendar y es casi autoservicio las camareras ni se mueven el café en el suelo y ni caso no volveré más, los dulces duros no lo siguiente, pésimo, pésimo, pésimo, la camarera te da la balleta y ni sale de la barra.
Se desayuna bien, pero los precios te clavan pero a base de bien, sobre todo en los dulces y roscón de reyes una verdadera estafa no voy nunca más ni muerto
Parada obligatoria cada vez que paso por la zona, y en ocasiones he ido de la capital hasta allí solo por sus productos, el pan solo el aroma me devuelve a mi infancia, los dulces, ni los Reyes abrán probado unos dulces como los de alli, creo que posiblemente los mejores de toda la peninsula, y las gigantes tostadas, con ese pan que es manjar de dioses, te hace disfrutar cada bocado que le dás, es igual con que las pongas, el pan es el protagonista. Pronto volveré, para disfrutar una vez más de esos placeres culinarios. Gracias por estar hay, haciendo ese pan tan especil y esos productos. Que además son un equipo maravilloso, gracias a todos.
A lo largo de los años a ido perdiendo calidad, hoy he ido hasta allí a por unos dulces y estaban duros. Me ha desilusionado mucho, espero que mejoren. Animo
Local pequeño pero muy acogedor. Dulces Ricos y horneados del día, se nota la diferencia a los industriales. Buen servicio. Es de los pocos locales qué hay en la barriada del "El Vacar".
Buen sitio para desayunar, cantidades abundantes para que termines saciado, buen precio dada la cantidad, personal muy amable y atento, buenos productos de alimentación y calidad, pan muy bueno.
Esta panadería tiene un recuerdo especial para mi además de haber conocido algunas generaciones de esta familia no podría hacer unas migas sin este pan. Nos encantan las ensaimadas con nata el pan todo del 10 mi enhorabuena y gracias por la panadería desde 1920
El pan del Vacar tiene fama propia. Está muy rico. Hoy lo que henos probado han sido los dulces, que están muy buenos. Especial recomendacion los pestiños cubiertos de chocolate
Se desayuna de miedo, medio mollete con aceite magnífico, y si además te atiende José mejor. Merece la pena desviarse de la ruta y parar y desayunar o tomar una cerveza antes de seguir nuestra ruta. Obligatorio aprovechar para comprar el pan.
Ayer fuimos a tomar café y aparte de que los dulces estaban buenísimos, los dueños demostraron ser gente maravillosa. El hijo del dueño encontró mi monedero con dinero, tarjetas, dni, carnet, etc.llame y la tenian guardada.fuimos a por ella y aparte de devolvérmela nos regalaron un pan que estaba espectacular. Una familia excepcional, personas asin quedan pocas. GRACIASSS
Desayunos para campeones. Tostadas enormes para untar de todo. Y de paso puedes llevarte unos dulces y geniales hogazas de pan. Un clásico en Córdoba. Muy recomendable.
Buen pan para migas. Los mantecados caseros bastante buenos. La camarera muy amable, nos abrió varios para que los probasemos. Por decir un pero.es autoservicio o al menos en nuestro caso lo fue y no había mucha gente en el establecimiento.
No sé cómo se llama la camarera, pero el trato deja mucho que desear. No es de buen agrado que por llegar a las 11 de la mañana a pedir unas tostadas te digan que te deberías haber levantado antes y que no hay tostadas. Pero bueno, tampoco hay bocadillos calientes, hay unos bocadillos fríos caros, con el pan del día anterior correosísimo y con muy poco relleno. Un poquito de aceite al menos.
Muy atentos y me lleve una charla sobre las clases de navajas que tienen a la venta muy sincero con lo que pedia no miro el venderme si no el asesorarme.muchas gracias