Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
La verdad es que no suelo frecuentarla porque no es la de mi barrio pero las veces que he ido es una maravilla. Empezando por el mantenimiento y cuidado que es impecable pero sobretodo por el sacerdote. Yo quiero uno así para mi parroquia, este tipo de persona es la que, al oírla, te recuerda que aún puedes tener fe, humilde, sin parafernalia y desde el corazón. Deberían tomar ejemplo del él muchos compañeros suyos pero, desgraciadamente, es más fácil la vida cómoda y mirar hacia otro lado.