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El bar más de una hora y media para traer la comida camareros despistados encima caro y comida de mala calidad nos vinimos con la barriga mala y las entradas a la piscina cada vez más caras y se paga por las hamacas no volvemos nunca más.
Piscina pequeña pero con muy buenas instalaciones. El aparcamiento es escaso pero con buena sombra. Rafi es un encanto en la entrada, con precios muy normales, 5 euros y pico dos niños y un adulto todo el día. Sombra a elegir con un par de plataneros enormes. Eso sí, la mayoría está en pendiente, pero te acabas acostumbrando y así ves mejor a los peques. Este año el césped está mejor. Los vasos, los fines de semana se quedan algo cortos pero entre semana se nada tranquilo, mejor en ancho que en largo. Para mi gusto, yo siempre lo he dicho, que es una de las mejores piscinas de pueblo que he visitado. Además las vistas a la sierra son muy bonitas.
Buenas instalaciones las de este pequeño pueblo, se respira tranquilidad. La pega la cuesta que tiene para acceder al Bar.se hace muy incómodo estar en esas sombras tumbado o sentado. El bar cumple su función, muy buen trato del camarero.la carta corta pero económica y cumple perfectamente su función. Volveré a repetir seguro.