Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Este pequeño pueblo de la provincia de Huelva es una buena opción para hacer un alto en la carretera si estamos de ruta por el sur. No nos llevara mucho tiempo la parte turística y tiene diversidad de bares o restaurantes para justificar la parada. Entre todo lo que ofrece, la plaza de la Virgen del Rocío, el lugar invita a tomarnos una fotografía de recuerdo, admirar la dedicación de adornar el espacio publico, poner una vela a la virgen, tomarnos desde una tapa hasta un helado y llevarnos algo de recuerdo típico de la zona. Tienen una ruta señalada con baldosas que encontramos por las calles, a más encontramos esculturas y dedicatorias al tiempo que callejeamos. Hay que pensar que por lo general, la hostelería esta pensada para la gente del pueblo y alrededores, los horarios suelen respetar los descansos por la tarde por lo que podemos encontrar establecimientos o tiendas cerradas dependiendo de la hora en la que lo visitamos.
Algo maravilloso y digno de ver, la Virgen maravillosa y espléndida, remanso de paz en su interior, los feligreses espléndidos, en comportamiento y saber estar, me ha resultado muy profundo y emotivo
Espectacular y gran espacio muy iluminado y concurrido ya que alrededor cuenta con numerosos bares y muy bien decorada en estos días. Al final del paseo se encuentra la iglesia dónde se encuentra la Blanca Paloma y el carrito donde la sacan en procesión por el rocio los Almonteños.