Posada Mirador de Jubrique

Llevé a mis padres, mi madre tiene una discapacidad, me parece increíble que digan que no hay ascensor cuando ya es obligatorio el acondicionamiento para las personas con restricciones de movilidad, la puerta del ascensor estaba tapada por una lona blanca. No he visto algo así en mi vida, irrisorio. Al menos tuvieron la amabilidad de cambiar la habitación de una segunda planta a una primera, eran menos escaleras las que tenía que subir. Aún así estuvieron bien atendidos y se fueron contentos. El lugar es encantador, fue un fin de semana estupendo.

Bien pero las camas regular y con ruido en ellas pero muy limpio todo y buen desayuno

Paraje con mucho encanto, Posada medieval, ninguna comodidad acorde con el siglo XXI (Sin aire acondicionado, ni ascensor, ni tv e Internet de calidad) las habitaciones son muy calurosas con mucha humedad y una tenue brisa por un ventilador en el techo, muy alto y ruidoso. Como respuesta a nuestras quejas y reclamaciones el personal no paraba de quejarse de las excesivas jornadas de trabajo y las malas condiciones (mucho calor y sin poder parar para comer).

Un alojamiento para no repetir

Me entristece saber que sigue igual de desastre, tan mal educado y sin aire acondicionado tras estas olas de calor. Por supuesto el entorno y el pueblo encatadores

Dentro de lo que se espera está muy bien pero buscando tranquilidad no tuvimos suerte. El paraje es muy bonito, pero ciñéndose al hotel, necesita mimo y aire acondicionado. Si ocurre cualquier cosa la guardia civil llega en 45 mn. Si se busca aislarse acierta.

El hotel muy limpio el trato amable pero pocas comodidades pasamos calor televisión muy antiguas y un ventilador en el techo que parecía que se iba a caer.

El trato de la recepcionista fue muy bueno, pero estaba muy sucio y dejado, la tostadora y la sandwichera estaba realmente asquerosa, así como el ladrón donde estaban enchufados, somieres sin lamas, no volvería jamás

No pude dormir de lo horrible que era el colchón, el wc se caía al no estar fijado al suelo, me cobraron de más al salir, con un argumento mezquino.
En fin un desastre.
No repetiría jamas.