Residencia San Andrés

Las trabajadoras geniales
. Pero la directora, no se si sigue siendo la que había en 2016, pero esa directora es una auténtica maleducada, prepotente y muy mala persona.

Residencia pequeña acogedora y familiar, solo puedo tener palabras de gratitud.
Este lugar se transforma en el hogar idoneo para nuestros mayores, la gran calidad humana empezando por las/los auxiliares (Andrés encantador), enfermeras, fisio Barbara (estupenda), cocina, a destacar la Terapeuta Gema que ha sido luz en todo este proceso de adaptación, con un trato inmejorable y alta profesionalidad, sin olvidar a la dirección Isabel sus manos directrices impecable gestión.
Totalmente recomendable. Brindan lo más importante 100 por 100 cariño. Gracias

La gestión de esta residencia deja mucho que desear, a pesar de tener pocas plazas, no por eso estan mejor atendidos los residentes. Los fines de semana solo hay una auxiliar nocturna para todos, no hay enfermera de guardia. La direccion y personal titulado (enfermera y trabajadora social no solucionan nada de los problemas que surgen, ademas siempre estan de baja. Las que mejor se portan son las cuidadoras que en general son cariñosas y atentas con todos. En general no la recomiendo.

No la recomiendo para nada. Mi abuelo ha estado en esta residencia una temporada, para empezar casi muere nada más entrar por no tramitarle el oxígeno ya que venía de otra residencia y se ocupan ellos de estos trámites, estuvo bastante tiempo ingresado y bastante malito. Las auxiliares que lo bañan, lo visten y lo cuidan son estupendas y cariñosas pero la dirección de la residencia patética por no hablar de la trabajadora social (marta) que nunca estaba disponible, nos esquivaba para no escuchar nuestras quejas pero a la hora de pedirnos los extractos de la cuenta para ver si le suben la pensión y así el porcentaje de cobro que se lleva la residencia sube. Para eso muy rápidas son. Pero para aclararnos todos los recibos de los gastos que nos han llegado a cobrar dobles en un mes. Para eso no daban la cara. En fin una vergüenza. Por desgracia mi abuelo murió y le preguntamos si querían aprovechar su ropa para otros residentes pero nos dijeron sin dejarnos terminar que no, que nos la llevasemos y ahora resulta que faltan bastantes cosas en su maleta. En que quedamos? Os quedáis con lo que os interesa sin avisar cuando nos habéis insistido en que recogiesemos todas sus cosas? Y es más no sólo faltan cosas suyas sino que nos han metido cosas que no lo son. En fin, un consejo, si no tiene más remedio que llevar a algún familiar a esta residencia estar super pendientes de él, por el bien de esta persona.