Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
El peor restaurante que he comido. Pedimos croquetas y las echamos para atrás. Después arroz con bogavante, 70 euros para dos personas. No sabía a nada. Tres gambas flotaban, disecadas. El bogavante para tirarlo, seco no disecado. Una vergüenza. Una copa de vino dulce, ocho euros. No un vino bueno. Al final 120 euros y no comimos. Salimos disgustados. No volvimos más. Mejor comer un bocadillo con agua a volver. Un robo.
¡Buenísimo! Fideos negros, pulpo, choco y hasta los postres de buenísima calidad. Buena cocina en un entorno de paraíso y un servicio muy amable y profesional. Volveremos