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Espectacular terraza para comer y disfrutar de unas vistas impagables. Merece la pena probar un plato típico de pescado y marisco, la cuajadera de pescado, super fresco todo. De esos lugares de los que no quieres irte porque solo mirar las vistas te alimenta.
Pedidos almejas, 1/3 de ellas malolientes, lo hicimos saber a la camarera q recogió el plato. El arroz caldoso, sabía exclusivamente a colorante, caldo de supermercado, gambitas enanas peladas, q no dan sabor, una lástima.lo único el enclave y que los camareros eran agradables.
A ver, se paga por las vistas a la playa, que son preciosas. A mi me sale mejor la dorada a la plancha, que no es que estuviese mala pero, oye, que son 18€. Y las almejas? Otros 18€, secas, y la mitad vacías. Resumiendo. No está mal, pero de volver a comer por la zona, miraría otra opción.
Fuimos a almorzar mi marido mi hija y yo, la atención escasa. Pero bueno decidimos comer pedimos una de boquerones, sardinas un plato con 6 sardinas un ade jibia frita nada contundente y una de salmonetes con 5 unidades, un agua grande una Coca-Cola y dos cervezas. Nuestra sorpresa en el ticket 73 € nos dieron la carta y un ticket de pescado a parte sin precio. De ahí la clavada está claro mínimo a 15€ la ración me parece un abuso no volveremos a ir
No comprendemos cómo es posible que este restaurante no tenga 5 ️. Lo elegimos por las vistas, terraza pega totalmente en el mar, con vistas a unos preciosos barcos pesqueros y con la música que te regalan las olas cuando chocan con más piedras y los muros. La atención del servicio ha sido impecable, estaban todo el rato pendientes de si nos faltaba algo, de traernos las cosas cuando un plato se acababa, nos daban recomendaciones sobre qué coger y cuánto coger sin querer vendernos de más, incluso queríamos más platos y el camarero nos recomendaba menos cantidad, nos decía que teníamos suficiente con menos.
Éramos 4 y pedimos 4 platos adjuntados en fotos). Tomate con ventresca de atún: increíble en calidad precio. Además te traían la sal y el aceite aparte para que te lo pongas al gusto Coquinas: sabor excelente y mucha cantidad Chopitos: increíbles también Gallo Pedro: nos ofrecieron uno reciente de 1,6kg, el cual nos enseñaron fresco, y lo trajeron con patatas fritas también perfectamente hechas.
Bebidas: 3 cervezas, un agua y un café
Todo 160€
Nada que objetar…. Estamos encantados y repetiremos sin duda.
Experiencia increíble en un entorno de sueños. Gracias a mi pareja que paso aquí y’a muchas vacaciones, tuve yo la suerte de conocer este lugar tan precioso. Caída día lo veo más mágico. A partir del desayuno que es increíble con la vista al mar, en un ambiente muy tranquilo y mágico, asta la cena que con su ambiente andaluz me llena de alegría a cada instante. Este pueblecito de pescadores tiene la suerte de tener al restaurante este, que con su calidad de cocina nos lleva en cada bocado al fondo del mar descubriendo los sabores típicos del Sur. Gracias a los camareros por vuestro servicio. Gracias por las sonrisas y las atenciones tan bonitas cada día! Volveremos
El camarero Rumano nos ha quitado la reserva que teníamos en terraza para dársela a unos compatriotas suyos y nos quería poner metidos en un cuarto detras de un toldo. Por supuesto, nos hemos ido.
Fue un horror todo desde el principio, pensábamos comer allí pero primero pedimos una cerveza y nos trataron fatal, el personal era para que se dedicará a otra cosa, me cuesta poner malas opiniones pero este sitio se lo merece.
El sitio parece maravilloso, pero la comida muy mal. Sañmonete frito pasado de frito. Y el guiso especialidad de la casa sin poner comerlo esperando 2 horas y lo terminas dejando
Hemos ido a comer los cuatro en familia, con reserva del día anterior de paella para dos, para comer a las dos de la tarde, nos dicen que sale en media hora, a los tres cuartos de hora les traen a las chicas un plato de lomo con huevo y unas patatillas, bastante escaso para el precio, y a la hora de estar sentados, nos sirven la paella (ya habían comido las chicas), comemos los dos solos una paella, que, sí pescado fresco, pero si le quitas el bote de las especies que se les tuvo que caer encima, no sabía a nada. Después del retraso que menos que la disculpa y algún detalle de compensación, aunque hubiese sido otras aceitunas. Una pena, un buen sitio, pero servicio y comida, bastante mejorable, Después del viaje de casi una hora para llegar, no compensa, no volveremos
Agradable lugar, pero la atención al cliente le falta ser más receptivo con el cliente, se tardan con las comidas a parte caro y poco en cada comidas, como si fuera una media porción de cada cosa, creo que son selectivos "de acuerdo al cliente que entra" en su restaurante pensé que sería una de mis mejores experiencias
Era lunes pero eso no justificaba, la baja relación calidad/ precio, el pescado no era nada fresco. Me decepcionó con respecto a las espectativas. El entorno y las vistas esas si eran las esperadas.
Fuimos mi esposa y yo el día de Reyes, previa reserva. Nos pusieron en un pequeño espigón donde venían a morir las olas. Atención buena y comida también, precios bastante asequibles. Sitio espectacular.
¿No se puede valorar con 0 sobre 5? Muy triste. Llegamos y el camarero nos sentó de mala gana. Tras pedir tuvimos que esperar más de una hora los primeros. No mejoraba la situación bromas del tipo "es que han ido a comprar el arroz". Al traerlos, se notaba claramente que ningún plato estaba recién hecho por lo que a mis quejas hacia el servicio se le sumaron las de la cocina. Insistimos en el pan varias veces y ya "bien" comidos los primeros plantos, nos lo sirvió. Me entraron ganas de llamar al encargado, enseñarle las pésimas reseñas sobre su local y cuestionarle sí tanta queja no le sugeria nada pero, total, haria oídos sordos como hizo con el pan. Lo único que se salvan son las vistas.
El restaurante es antiguo, no es nada barato para la calidad e la comida. Raciones normalitas tirando a escasas y la paella una decepción, demasiado colorante, seca por una parte y caldosa por otra
He Estado dos veces una vez pedi arroz con bogavante y lo trajeron sin caldo y el arroz a pegotes, y la segunda llame para reservar me dijeron q si y cuando llegue me dijeron q me fuera q hubo un error y nos quedamos sin comer!
Tras 20 minutos esperando en la puerta sin ser atendidos aún teniendo reserva y pasada la hora acordada de la reserva, tuvimos que irnos, preguntamos varias veces y nadie nos atendía, al final comimos en un restaurante cerca llamado laola y es muy recomendable, amables y rápidos, calidad precio bastante favorable!
Un sitio muy acogedor y con buen pescado. Le pongo 4 estrellas porque tuvimos que cambiar 3 veces el pescado del día que pedimos, ya que cada vez que pedíamos venía el camarero a decirnos que no le quedaba.
Muy buenas vistas, la paella de lomo y pollo muy buena, el gallo pedro también, buena relación calidad-precio, merece la pena, hay que reservar previamente y más para la terraza que está justo al lado del mar
Lamentable, después de reservar no tenían nuestra mesa, lo resolvieron sin aparecer la reserva, si llegamos más tarde nos quedamos sin mesa. La paella de marisco de pena, la peor que hemos tomado, sin nada de sabor y muy escasa para el precio que cobran, 15 euros la ración y la dan mejor en muchos menús de polígono por mucho menos. La carta de postres escasísima, ofrecen más en un menú de 10 euros. El que conoce la hostelería percibe a simple vista la falta de profesionalidad y empatía de los camareros. No lo recomiendo en absoluto, no le doy más de un 2.
Sin duda, y pese al magnífico paraje que envuelve este hermoso y bello entorno natural, lo mejor de nuestra estancia en la Isleta del Moro ha sido el servicio y trato ofrecido por el hostal restaurante La Isleta. Una cena de diez, como Rafa, siempre servicial y alegre que ha alegrado tanto la degustación como la sobremesa. ¡Para repetir!
Restaurante delante de la playa de La isleta. No teníamos reserva y en pleno agosto nos hicieron hueco. Muchas gracias. Comimos en un espacio interior pero si tienes la suerte de comer en la terraza encima del mar, la experiencia cambia radicalmente, así que si reservais con antelación pedir una mesa allí. Comimos una fritura de pesacado del día y arroz con bogavante. Producto fresco y bueno. Los precios del arroz y entrantes de mercado pero encontramos muy caro el marisco y alguna variedad de pescado del día.
El fin de semana pasado estuvimos en la isleta del moro y reservamos para cenar en este restaurante. La reserva nos la cogió el viernes un chico joven muy simpático y agradable para el sábado. Se ve que el sábado 12 de junio libraba. Antes que nada quiero decir que era la primera vez que cenábamos aquí, y es muy posible que ese día tuviese un mal día el camarero que nos atendió, pero el trato no fue bueno y sinceramente no soy muy exquisito. Pedimos dos platos combinados para las niñas y los vi muy justos y la fritura que pedimos, nunca había visto una fritura tan triste. Sinceramente la comida en sí no estuvo mal pero nos fuimos con un mal sabor de boca. Una pena, es posible que como he dicho antes fuese uno de esos días malos y después de haber leído las reseñas tan buenas de este sitio parece ser que tuvimos mala suerte.la ubicación es genial con unas muy buenas vistas a la bahía, pero nuestra experiencia no fue buena ese día
Jamás jamas jamás en mi vida he recibido un trato peor en un restaurante, denigrante es poco, pedimos hoja de reclamaciones y no nos la dieron y nos dijeron que nos fuéramos que ya no nos atendían mas. Todo mal.
Buena ubicación con bonitas vistas, lástima que su comida no acompañase el conjunto, servicio muy lento, los chipirones fritos excesivamente aceitosos y el calamar bastante duro, lo compartimos con un gato muy simpático que merodeaba la zona. Con un mejor servicio más ágil y cuidadoso con la comida hubiese sido una gran experiencia
Lo mejor de todo la situación del restaurante, muy bonitas vistas. Pero en relación a la comida decir que nos fuimos descontentos, pedimos pescaito frito, raciones varias y nos llegaron frías. Para lo que cuestan las raciones esperabamos mas calidad, la verdad.
El lugar espléndido, con vistas al mar y plaza muy tranquila. La comida muy buena, el salmorejo maravilloso. Pena q las almejas y los boquerones estaban templados. Pero para repetir y recomendar
Hemos tenido una mala experiencia en este restaurante. Nos sentamos y llegó una camarera con mucho desagrado para decirnos q allí no podíamos estar porque molestábamos a los camareros. Un trato muy desagradable por parte de los camareros y al pedir la hoja de reclamaciones nos han dicho q no tenían. Y además nos han dicho que nos fuéramos de allí. Muy pésima experiencia. Y poca educación.
Le doy tres estrellas por la ubicación, si fuera por la paella que comimos un 0, tardo 10 minutos, eso quiere decir que estaba echa ya, cuando llegó no sabía a nada, arroz abierto y sin sabor alguno, marisco congelado, se de lo que hablo, parecía arroz cocido. Mejillones que pedimos también aceptables y el cordero bueno.
Un sitio precioso y tranquilo a orillas del mar, con un buen servicio, agradable y relajado para disfrutar de una cena sin prisas. La comida todo muy rico, fresco y bien cocinado. Disfrutamos de una cocina casera de calidad, efectiva y sin pretensiones con una excelente relacion calidad precio, en un ambiente idilico y con un servicio muy agradable. Sin duda que repetiremos. No le doy las 5 estrellas porque un par de platos salieron templados, aunque tambien tengo que decir que fueron platos a la plancha y el sitio estaba completo.
Son los pequeños detalles los que nos llevan a tener una experiencia agradable o que esta no sea lo que habías planeado. Al borde del mar, sonido de las olas, buena predisposición. Pedimos unas copas de vino blanco que le faltaba un poco de frío, pero continuamos con buen rollo. En la carta aparece tomate raf o negro, pedimos raf y nos dicen que solo tienen negro, y accedemos, pero a la hora de servirlo la ración viene con varias rodajas de tomate normal; bueno, todo sea por pasar buena noche. Pedimos jibia y gallineta, aceptable si más. La cuestión viene cuando después de varios sorbos de vino, aprecio que la copa tiene dentro un trozo de la cápsula de la botella y le digo al camarero que me traiga otra copa y se lleve la que tiene el cuerpo extraño. Tras especular sobre si el aire que tenía rachas algo fuertes le habria metido un trocito de alga, comprobó que era de la capsula y accedió a retirarla y traer otra nueva. Posteriormente una racha de ese aire tiró la copa de mi esposa al suelo, le quedaba algo menos de media. Acude el camarero dando a entender que mi esposa ha tirado la copa y se va. Pedimos dos nuevas copas para terminar. Al pedir la cuenta vemos que cobran 5 copas de vino. Le digo que nos hemos tomado 4 pues una se la tuvo que llevar por el cuerpo extraño, a lo cual me argumenta que ya me había tomado la mayor parte de la copa cuendo se la llevó y además habíamos roto una copa. No, le dije; la copa la tiró la racha de viento y el no la repuso. Accedió a cobrarme solo 4 copas con un ademán como al que oerdonan la vida. Son esos pequeños detalles que sumados hacen de un establecimiento ser bueno, superior, normal o mediocre.
Un sitio espectacular para tomar una cervecita después de un día de calas. Junto al mar escuchando el romper de las olas. Y no le pongo las 5 estrellas porque no me han puesto ni unas míseras aceitunillas con la cerveza, que si no.sería difícil mejorar.
Un lugar espectacular, haciendo visitas por el Cabo de Gata. Sitio recomendable 100x100, por el paisaje, lo agusto que se está, sin aglomeraciones, ni estrés, no gaitas, disfrutar de las vistas, de la brisa, del Sol, del Mar y del trato excelente en este restaurante. Lo aconsejo, pero ojalá sigan respetando este lugar mágico y no se masifique. Una gozada, y un diez por la comida y el trato.
Pongo dos estrellas porque el calamar que nos pedimos estaba bueno. Los chipirones nada del otro mundo. Y mejor no hablamos de un camarero en concreto que era el que estaba "pendiente" de la terraza que da a la plaza. 20 minutos para sentarnos (con reserva previa que habíamos realizado) luego a la hora de pedir iba a su rollo y no se acercaba a las mesas. Y recalco. No me fui sin pagar por EDUCACIÓN. Pedí un café 4 veces y la cuenta 3 veces con su respectivo tiempo. No vuelvo jamás
Primero paella horrible. Paella sin calamares, con dos gambas congeladas y muy pasada. Sabor fatal. Vivo en España desde hace 4 años y nunca no he comido tan mala paella. Segundo cubiertos sucios. Tercero, camareros, muy antipáticos y siempre con cara mala, tienes miedo pa pedir comida, parece una broma, pero por desgracia es verdad. Una estralla por sitio. Vista maravillosa.
Este restaurante se encuentra en un sitio privilegiado donde en su terraza salpica el mar, las vistas maravillosas! Solo tomé un café y fue económico, no sé cómo será la carta.los camareros fueron muy amables.
Wir waren hier auf einer Hochzeit eingeladen und kannten dieses Lokal nur vom sehen. Heute sind wir eine Erfahrung reicher geworden, es lohnt sich total hier mal zu halten und zu essen. Die Aussicht auf das Meer ist bewundernswert. Wenn man auf der Terrasse sitzt hat man das Meer kein Meter entfernt. Die Besitzer sowie das ganze Servicepersonal ist sehr freundlich. Was will man mehr?
Mi experiencia desfavorable.el camarero no tiene sangre.la fritura de pescado escasa y la media ración de chipirones era como una tapa.caro y sin calidad! No volveré!
El mejor sitio del pueblo pegado al mar con terraza y un interior muy acogedor, la comida estaba muy muy rica, las almejas exquisitas pero la fritura de pescado estaba un poco quemada, quiero pensar qie no siempre es asi, y bueno para ser un sitio de mar algo justa de cantidad, precio razonable tirando a caro para la cantidad! Servicio muy atento
El restaurant te una terrassa amb unes vistes inmillorables en un poblet encantador. El servei no massa amable, ens van portar el peix abans que els entrants. I a pesar d’haver insistit en q voliem carxofes sense pernil, ens les va portar amb pernil. El menjar correcte Tot i que l’acompanyament del peix era una mica escàs i la ració justejava. El preu similar al d’altres restaurants de primera linia de mar de la zona. Tenen un gos bodeguero que necessita amb urgència una visita al dermatòleg.
No nos dejaron sentarnos en mesas al lado del mar pq según ellos estaban con las comidas. Eran las cinco y media de la tarde. Creo que su terraza se les ha subido a la cabeza.
Las cinco estrellas son por la ubicación. La terraza única tiene unas vistas inmejorables. Pero la comida de este sitio unas veces es aceptable tirando a cutre food y otras veces un desastre.pero vuelvo y volveré por su enclave.
Una terraza con vistas al embarcadero, ideal para comer en familia o amigos. Muy Recomendable el cazón en Adobo, los chipirones y la lubina salvaje. Lástima de algún producto envasado (zanahoria) en la ensalada mixta. La gamba roja muy rica y ración muy abundante. Estuvimos en la mesa de la esquina de la terraza donde por lo visto estubo el Rey (¿!). Servicio rápido, muy muy atento y amable.
Terrible, the service was Very poor. The food was very over priced. Don’t be fooled by the idyllic location. Avoid this restaurant like the plague! We ordered Mariscos paella for 2 and there was very little fish in it. And the portion size was only enough for one person and at 24 euros was daylight robbery!