Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Gente hipócrita, con un trato malísimo tanto a nivel personal como profesional especialmente hacia niños con alguna discapacidad, al principio te lo ponen todo muy bonito para que empieces a ir como ayudante y cuando ya no les interesas te tratan como a un perro. No lo recomiendo.
Magnífica escuela de equitación dónde además de impartir clases ecuestres se respira un ambiente familiar por parte de todas las personas que allí trabajan. Para mí es una recompensa y un remanso de paz acompañar y llevar a mis hijos. No puedo menos que recordar con grandísima admiración a Carlos Espigares y su gran amor a los caballos y la naturaleza en general.