Sánchez Fajardo Francisco

Menudo descontrol! Entro en consulta 30 minutos tarde, no tenía ni idea del tratamiento que me mandó, ni la patología que él mismo me dijo que tenía. La recepcionista con un trato como si fuese su amigo; - Chico siéntate que luego te atiendo. Y habla con unos amigos del doctor y de la recepcionista de sus vidas privadas mientras varias personas y yo esperando para pasar a consulta. La consulta con poca higiene y llena de cajas y bolsas por el suelo con muestras de cremitas y pomadas.

Tiene mucho ojo clínico. Una vez me diagnosticó una dermatitis seborreica, cuando otros dos dermatólogos decían que era un carcinoma. Se solucionó quemándola y no hubo mayor problema. La segunda vez, también dio en el clavo. Tengo mucha fe en sus diagnósticos aunque a primera vista no sea el más simpático del mundo.

Fue el único en todos estos años de ir de un dermatólogo a otro que me quitó el acné de forma permanente

NO LO RECOMIENDO EN ABSOLUTO!
Sobre todo he destacar el que van a las prisas, para sacar más dinero en menos tiempo, dedicándole el mínimo tiempo a los pacientes.
Después a la hora de tener que dar un informe médico, como me ha pasado a mi, que lo pidió la aseguradora para una autorización, te dan largas tanto la recepcionista como el doctor.
Llevo más de un mes detrás de ellos para un informe médico, y no tengo claro que me lo vayan a dar. (se ve que ya hacer el informe médico no les interesa ya que no tienen ningún beneficio económico)

Si pudiese denunciarlo lo haría.un lugar sucio, anti higiénico. La recepcionista no puede ser peor.

Trato vergonzoso. Más de 20 minutos de reloj y la señorita ni se dignó a atenderme pues estaba tratando su contrato de la luz por teléfono (con muy pocos modales). En ese tiempo salieron pacientes y tampoco les atendió.
Además de muy mala impresión al entrar, el trato fue nefasto.
De echo me marché y creo que no se dio ni cuenta. Estaba muy ocupada solucionando sus temas personales.

En resumen: Una experiencia lamentable, reconocimiento de menos de un minuto y ya me estaba pidiendo la tarjeta del seguro.

Se trata de un piso.digamos antiguo. Más de 20 minutos de retraso en la cita. Cuando me hicieron pasar a la habitación con el médico, estaba llena de cajas con las típicas muestras gratuitas de productos que le dejarán los comerciales.

Me dijo de quitarme la camiseta y en menos de 30 segundos ya me dijo "los lunares que tienes si quieres te los puedes quitar o dejar". ¿hola?
Había ido por un brote de dermatitis, cuando se lo dije no se dignó a preguntarme o conocer mis antecedentes, ni mis hábitos.

Hasta aquí, podría ser que el tío es un crack y de una ojeada rápida conoce el problema y su posible solución, pero agárrate, porque su solución para la dermatitis fue: "No te arrasques". ¡¡Flipa! Eso lo intento desde que tengo uso de razón.el problema es que hay veces que no puedo evitarlo cuando me dan brotes, especialmente durmiendo.

Mientras metía los datos de mi tarjeta en su ordenador (lo cual llevó unos 5 minutos, osea, 5 veces el tiempo que tardó en "reconocerme") intentó sacarme conversación, supongo que para compensar y maquillar la falta de profesionalidad de la consulta que acaba de pasar. Después me regaló dos muestras de cremas de esas cajas que tenía repartidas por el suelo y me dijo que probase con dos cremas y volviera en dos semanas.jajajaj no vuelvo allí ni loco, me resultó todo muy muy poco profesional.