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Tuve cita el martes 24 de enero (2023) a las 9 a.m. Para darme de alta como demandante de empleo. Mi situación es particularmente complicada porque soy autista. Pues la empleada de la mesa 1 no pudo ser menos empática. Me trató como un número. Cuando pregunté por la posibilidad de algún puesto en formato de teletrabajo me miró como si yo estuviera delirando y me dijo: "hay que ser realista, Natalia, tú con tus condiciones y sin títulos sólo puedes darte de alta para limpiadora o para camarera". A ver. En pleno siglo XXI, y mucho más después de la pandemia, el teletrabajo es una opción cada vez más implementada. Me parece que es ella y no yo la que tiene que ser "realista" y darse cuenta de que se quedó con una mentalidad del siglo pasado. Me sentí tan ninguneada que no pude expresar todo lo que hubiera querido. Incluso haciendo a un lado mi condición de autista, es obvio que si vas a hacer un trámite para demandar empleo ¡es porque no la estás pasando bien! Me fui llorando. Sé que el SAE no va a leer este comentario, y si lo lee probablemente no le va a importar, pero a esa empleada deberían meterla en un puesto que no sea de atención al público, por inepta, desactualizada y encima odiosa. Lamento no haberle preguntado el nombre, si no, lo diría también por aquí.