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Una vergüenza, una persona de 85 años analfabeta que realizaba una reclamación no la quisieron atender, le dieron un formulario para cumplimentar y yo que estaba esperando me tuve que molestar en rellenárselo ya que las señoritas que "atendían" no fueron capaces de ayudar al hombre, me gustaría que mostraran algo de caridad cristiana y fueran comprensivas con las personas necesitadas ya que todos no han tenido oportunidad de tener una educación y hay que ayudar a la gente que lo necesita.
Me quería cambiar de compañía por la subida de precio y la comercial Ana me adapto la tarifa a mis necesidades reduciéndome el precio y nos dio el número de tlf por si teníamos cualquier duda, una excelente comercial que mira por la compañía y su tienda.la única queja la espera ya que estaba sola, pero recomiendo visitar
Esta situado en un sitio céntrico. Los trabajadores dan un trato amable, sencillo y lo explican todo de manera muy clara. Es una opinión personal, desde mi experiencia.
Gracias a la chica de pelo moreno y gafas que me atendió. En cambio su compañero hombre muy desconsiderado y desagradable, no le interesa lo que hace y se nota.