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Carlos quería evocar la sensación de estar en una jungla y lo consiguió al máximo. Los bungalows de estilo mexicano están rodeados de vegetación nativa bellamente mantenida. Por la mañana te despertará el canto de todo tipo de pájaros que se sienten como en casa en esta selva. Carlos y Lola son unos anfitriones increíblemente agradables y entretenidos. Llevábamos nuestras bicicletas eléctricas de montaña para recorrer parte del corredor verde de las bahías, hacia Alcornocales; que bonita ruta! También merece la pena visitar la ciudad medieval de Medina Sidonia. ¡Definitivamente vamos a volver!
Único y espectacular rincón para perderse, relajarse y tomarse un respiro. Lo recomiendo totalmente ideal para viajar solo/a o en pareja. Todo un descubrimiento! Fantásticos anfitriones!
Repetimos cada año y lo seguiremos haciendo mientras podamos. La atención de Carlos siempre magnífica, las charlas en el desayuno, el encanto y tranquilidad del lugar. Un sitio que todo en su conjunto lo hace especial.
Un salto cuántico a todos los tiempos, entras a un lugar, a un espacio Infinito en el que la Magia, el Amor y el Silencio te nombra, te escucha y te embriaga.
Excelente lugar, tranquilida, naturaleza, desconexion por completo. Pero sobre todo el trato del dueño, una grandisima persona, cuyo objetivo es que el visitante lo pase lo mejor posible. Un 10 para el sitio y un 11 para el dueño Carlos. Gracias Carlos por todo. Volveremos
Sitio precioso, no le falta ni un solo detalle, hay árboles y plantas por todos sitios, da la sensación de estar en el bosque. Las vistas al despertar son alucinantes, y se respira tranquilidad, en resumen, un verdadero espectáculo.
Incredible, incredible, simply amazing. Very magical place with all the bushes, little path between them, bungalows and the pool. Last but not least, Carlos, the host is very cool person, friendly and hospitable. The true chill out there, couldn't recommend more!
Estancia muy agradable por el sitio y por el trato de Carlos. Un gran detalle limpiar la piscina para que pudiéramos utilizarla. Si buscas tranquilidad y paz te recomiendo venir al Tikal.
Un viaje que jamas olvidaremos. Carlos hizo cada momento único. Las instalaciones muy bien. En el boungalow había privacidad máxima, con nuestra terraza independiente. Un lugar para desconectar y relajarte totalmente. La piscina tiene acceso 24 horas, un chapuzón por la noche para refrescarte de ese calor es perfecto. El ambiente es familiar y acogedor, no olvidaremos los desayunos con los vascos y Carlos. El anfitrión siempre predispuesto a ayudarnos y darnos las mejores rutas y zonas para conocer. Todavía conservamos los mapas que nos ayudaron a pasar unas grandes vacaciones. De hecho, cuando mi amiga se quemó el no dudo en darnos un remedio casero para aliviar ese dolor. En resumen, recomiendo este sitio 100% de hecho volveremos, de eso no hay duda. Muchos saludos para Carlos. Vero y Ana.
Un sitio para descansar con mucha intimidad y buen hacer por parte de los propietarios. Desayuno mas que suficiente con pan de leña de la zona.cuartos amplios y comodos con nevera y con una terracita inmejorable.