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Quisimos algo para cenar a las 21,00 y nos dijeron que no Que sin reserva nada Optamos por pedir un bocadillo y la misma respuesta Surrealista en pleno siglo 21
Como reflexión después de estos días quería compartir un par de cosas. Los turistas siempre son bienvenidos, llenan el pueblo de vida. Porque sí, estamos en la España vaciada. Una España vaciada que sobrevive como buenamente puede. Vivimos en un pueblo de 1500 habitantes escasos que en días de fiesta triplica su población. Y, por desgracia, solo contamos con 5 o 6 bares o restaurantes que pueden atenderlos a todos. Por ese motivo se reservan mesas. Porque no hay para todos. Si planean un viaje por esta España vaciada llena de maravillas, reserven, por favor. Ganas de trabajar nos sobran y de atenderlos a todos, más. Y en cuanto a cuestiones más particulares, decir que este restaurante cuenta con un comedor (comedor, viene de comer, si, comer; ahí es donde se come, no en la cafeteria) en el piso superior con un aforo de 30 personas. Y sí, estaba lleno, todos los días superando su aforo. Somos un solo cocinero y 3 camareros para atenderlo todo 30 horas al día. Un poco de respeto para esta gente por favor. Si no han reservado mesa en semana santa en un pueblo de 1500 habitantes con 6 bares o restaurantes no vuelquen sus frustraciones en el camarero que lleva trabajando 16 horas seguidas para atender a gente como usted. Vuelquenlas en su falta de previsión.
Si no vives en el pueblo olvidate de comer o cenar. Son bares en general con pocas ganas de trabajar y de ganar dinero. Te dicen que solo puedes comer las tapas que tienen en barra porque está lleno (estaba completamente vacío) y encima permiten que el tipico del pueblo se te cuele y le dan en tú cara las pocas que tienen.
No dan nada de cenar, porque están " completos" con 12 personas. Las limitaciones en ese pueblo son especiales.quisimos cenar de las tapas que tenían allí, y se rieron en nuestras caras dándoselo a otras personas.
Me llamo ir al sitio las fotos que tienen posteadas. Le preguntó a la camarera para comer. Y me dice que comidas no. Le digo "bocatas" y me responde "NADA de comida". Antes de terminar yo de decir "fríos". Un espectáculo.
Un regalo para cinéfilos, bar restaurante montado en un antiguo cine, con pequeños detalles que te trasladan en el recuerdo a películas míticas, no se me ocurre otra cosa que decir que el lugar me pareció! De cine!
Lugar tranquilo y acogedor, perfecto para cena de trabajo, en familia, con amigos, etc. Todo muy rico, especialmente la brasa. El ambiente muy acogedor y cálido x su estufa de leña.
Comida de trabajo con menú cerrado. El servicio fue muy rápido y eficiente. Del menú destaco la carne a la brasa, estaba muy buena. La terraza cubierta muy acogedora y con aire acondicionado una buena opción para comer en verano.
Cuenta con una gran terraza en la parte de arriba muy acogedora y fresquita en verano. Destaca su cocina a la brasa: dentro de las carnes, me quedo con las manitas de cerdo, buenísimas, y como algo distinto, los mejillones, muy ricos. En cuanto al personal, es muy atento y amable.
La comida de sabor muy buena. La atención regular. El menú nos cobró a 12euros por persona, carísimo para ser un pueblo y era un menú bastante regular o normalito. Por eso le doy