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La comida buenísima, muy bien elaborada y presentada y a un precio súper competitivo, atienden de 10. Se ha convertido en un fijo en nuestros viajes a Fraga. Muy recomendable.
Una experiencia gastronómica excelente. Los productos de gran calidad y una cuidada elaboración. Inmejorable presentación y trato. El cordero al chilindrón excepcional. El yogur con melocotón de Fraga insuperable. Relación calidad/precio del menú extraordinario. Repetiré cada vez que venga a Fraga.
Menú del día 16€. Conocíamos este sitio de hace años como referencia para comer en nuestros viajes. Ha sido reformado, pero la cocina sigue a muy buen nivel, ya que sigue siendo del mismo dueño. Todos los platos bien ejecutados, con buena presentación y producto de alta calidad, como corvina salvaje, solomillo o secreto ibérico. Si tienes que comer en Fraga, siempre será un acierto.
Las fotos me han quedado muy bien.lo mejor de todo el entrecotte! Las alcachofas sin sabor, a mi no me han gustado. El Brownie estaba súper caliente, quemaba y la nata de chocolate se olvidaron de añadir azúcar. Por 16€ hay muchos sitios que se come mejor, y en Fraga menús por 12€ hay muchos y mejores.
El local parece que sea para bocadillos y bravas con mantel de papel.pero el menú y el precio no.
Le faltan cortinas al local, te ve todo el mundo que pasea por la calle, no hay intimidad.
La comida. Bien, correcta, para menú del día de 16€ por fría otro ambiente no al lado de una barra de Barcelona. Las camareras, no entienden lo que lleva la comida y no te saben aconsejar, muy serviciales eso si, Me cobran gaseosa. y no he bebido vino. Café quemado. Me voy sin tomarlo.
Un gran cocinero y gran sumiller, un lujo para Fraga.después de +billauba Gregorio Abadía quiso renovarse y crear un sitio tranquilo (eso de la intimidad sin cortinas es una opinión personal, si la gente mira desde fuera y ve a la gente que come es una prueba que se come bien, pasa en muchos bares del mundo), con la misma calidad de siempre. Productos autóctonos cuidados y de calidad, cerveza Ambar y no solo, sin olvidar los vinos. Merece la pena ir.