Bar El Gancho

Fuimos porque era el único sitio abierto en el pueblo. Para comer, nos dijeron que o bocadillo o plato combinado de conservas. Optamos por lo primero, pero con una oferta muy limitada (sólo jamón y tortilla, sin tomate para el pan porque se les había acabado). Cuando entramos al local tuvieron la deferencia de ponerse la mascarilla, pero una vez nos sentamos en la terraza, seguramente se la quitarían o la bajarían, y así la llevaban. La comida, correcta. No creo que repitamos.

Dar las gracias a María por todo el esfuerzo para sacar en un pueblo pequeño el establecimiento a delante