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Al lado junto tienen un restaurante para comer en el que disfrutar de una agradable terraza. Riquísima la hamburguesa de pollo trufado, y también la ensalada de hortalizas. Para repetir en otra ocasión y visitarlo de nuevo en el futuro.
Perfecta para tomar algo (café, cerveza, refresco.). Creo que también dan comida, pero no muy elaborada. Tiene unas vistas desde su terraza espectaculares, si el tiempo lo permite.
Lugar especial para disfrutar de una jornada, tanto por las vistas como por el paisaje como por el restaurante. Además tienen opciones veganas. ¡Super recomendables! Y el trato perfecto.
Atención al cliente inmejorable. Soy celiaca y supieron qué recomendarme. Tenían pan y cerveza sin gluten. La comida estaba riquísimo, pedimos el pastel de ternasco, muy recomendable.
Almorzamos aquí después de la visita al castillo, ya que teníamos dudas sobre donde ir a comer. Comimos bocadillo, aunque también sirven hamburguesas, croquetas, ensaladas y algún plato más. Pero lo que más nos sorprendió (gratamente) fue el postre: compartimos dos tartas de queso diferentes y caseras que estaban buenísimas! (mucho mejor que en muchos restaurantes "de plato" propiamente!) Además, el trato fue simpático y muy agradable, y las vistas son geniales. Aunque sólo sea para tomar un café o refresco, lo recomiendo!
Comida sabrosa, del gusto de mayores y niños. Hemos comido unas migas con uvas, albóndigas con tomate y patatas, nuggets, croquetas de jamón caseras, ensalada con berenjenas y pimientos rojos y queso de cabra, una deliciosa hamburguesa angus y una tarta de queso con sirope de cereza buenísima Nos ha encantado el sabor de la comida, cantidad y el precio muy razonable
Me ha gustado bastante para estar ahí es un sitio muy chulo en verano en invierno en primavera en otoño se puede estar en todos esos tiempos a mí me encantó se puede estar ahí y se puede dar la vuelta al castillo también es muy chulo no puedo decir más hasta que no lo ves con tus propios ojos no vas a saber valorarlo
Hemos ido a ver el castillo y hemos disfrutado de un día buenísimo y una comida en la terraza del bar. La cafetería no tiene mucha variedad pero está todo rico. Los precios quizás un poco altos si miras una hamburguesa 10 € pero no era la típica hamburguesa y con carne extra grande y acompañado de patatas caseras. La bebida no era nada cara y había variedad de cervezas y vinos.
Cafeteria situada fuera del castillo, al lado de las plazas de aparcamiento, con terraza, baños, servicio rapido y profesional, precios normales, con buenas vistas, recomendado tomar algo en la cafeteria, esperemos que vaya todo bien y podamos volver a disfrutar de estos lugares que tenemos
Sencilla cafetería pero muy práctica situada en el castillo de Loarre. En un lateral tienen la venta de entradas y venta de recuerdos.
En la otra, una sencilla cafetería con bocadillos. Tiene una terraza bastante grande además de zona recogida. Es un sitio bastante bueno para tomar una consumición al salir del castillo y con unas vistas magníficas.
El lugar no tiene pérdida. A mitad de camino entre el castillo y el aparcamiento.
Pensábamos que sería muy caro por el lugar privilegiado donde está y nos llevamos una grata sorpresa. Precios bastante concorde a los platos que ponen, de calidad y grandes. Bravas caseras cien por cien y muy bien frita, enorme ensalada con queso de cabra y elaborada y buenos quesos. No abusan de la bebida
La ubicación es inmejorable y las instalaciones están muy bien, las dos estrellas son por un empleado en concreto del cual no se el nombre.que es muy poco profesional porque aunque hayas terminado tu turno, llevar la mascarilla en la barbilla estando detrás de la barra, servirte una caña y una croqueta con tus propias manos para comertela del plato donde están luego para la venta (habiendo instrumentos para ello) y todo ello con el local lleno de clientes, lo cual hace dudar sobre las condiciones higiénicas cuando no hay nadie si ese es el comportamiento con público.
Buena atención por parte de los empleados y precios acordes al lugar donde estábamos. Una maravilla tomar algo con las maravillosas vistas a la Hoya de Huesca y al Castillo de Loarre.
Près du château de loarre se trouve cette sympathique cafétéria qui vous propose plusieurs menus. C'est une restauration rapide mais bien préparée avec un service impeccable. Je trouve que les prix son un peu exagérés, par exemple une salade à 7€90 ou un hamburger à 7€, mais bon, on est loin de tout. Tout près il y a un grand parking gratuit extérieur et ils acceptent les cartes bancaires.
Fuimos un grupo de unas 13 personas y habia 2 mesas ocupadas solo unas 7 8 personas. Nos pedimos bocadillos por que decian que estaban a tope. 7 8 personas. Asi que tampoco habia mucho que elegir 1 hira y 50 minutos para que nos sirvan un bocadillo a cada uno. Por no decir que por lo que vale te traen un bocadillo para niños que por cierto de los 13 que estabamos no tenia ni sabor ni nada de nada. Decepcionante y aparte bastante caro para lo que ofrecen y los camareros un desastre no sabian ni en que mundo viven. Por no hablar del dolor de tripa que nos hemos llevado la mayoria. Enfin. Un sacaperras sin mas y de calidad 0.
Se encuentra muy cerca del castillo, justo al lado de la tienda de souvenirs. La relación calidad-precio es buena. Los bocadillos son completos y van acompañados de aros de cebolla; las patatas bravas están muy buenas! La única (y gran) pega fue la espera.estuvimos mucho rato esperando a que nos tomaran nota y luego otro gran rato hasta que nos sirvieron.
No hay parece haber mucho que esperar de locales sujetos a la “tiranía” del paso de turistas acelerados. Pero en días donde el calor aprieta y después de un recorrido por el curioso y bien conservado Castillo de Loharre, una parada, una sombra y una buena jarra de cerveza saben a gloria. De la comida no mucho que recordar excepto su hamburguesa, bastante aceptable.
Te ponen en la pared refresco a 2€ y cerveza 1,50€ y la sorpresa de cuando vas a pagar y te cobran 4,60€ porque dicen que lo que pone es para llevarselo en lata.
El Castillo de Loarre es una leccion continuada de las tres "c": cabeza (cap), dinero (cales) y cojones (collons) Porque disfrutaron de las tres " c" los cristianos reconquistaron la peninsula iberica.