Cafetería Restaurante El Seminario

Es caro el menú para lo que trae. No incluye ni el refresco, y la "ternera estilo Pekín" dura.
Al baño mejor ni entrar.

Espacio insuficiente entre las mesas, el personal se hecha encima del comensal al pasar para realizar su trabajo. El aseo muy sucio.

Comida abundante, servicio rapidísimo, camareros muy profesionales y atentos, precio asequible. Muy recomendable

Yo no he venido a comer, solo de vez en cuando a tomar un café. Me gusta porque es un sitio tranquilo y el café está rico. Además, si tienes la suerte de que no haga aire en la terraza se está muy bien al sol.

Desayunar al sol en esa enorme terraza, no tiene precio. Es estupendo. El interior es un gran local un poco desangelado, donde especialmente la gente acude a comer de menú. Precio razonable. Al estar al lado del nuevo Ayuntamiento, suele estar lleno de funcionarios que salen a desayunar o comer.
No hay servicio de terraza.

Como me gusta esta terraza. Tiene un microclima que hasta en invierno se está genial al aire libre. Las tapas y la comida riquísima.

Un Restaurante para ir en familia o amigos, muy buena atención y muy buena comida a buen precio lo aconsejo a todo el mundo

Cafetería muy amplia en su interior y con terraza exterior muy cuidada.
Amplia variedad de tapas, pero amplia de verdad, menús adecuados a todos bolsillos, servicio muy rápido y todo adaptado al protocolo Covid.

Espacio estupendo. Genial la terraza para estar con pequeños. Muy buena barra, con tapas variadas y ricas. Pero vaya con lo que le cuesta atender a los camareros aún estando 4 para un solo cliente en barra. Todos mirando al techo como cuando en clase busca voluntarios el profesor.

Ambiente muy agradable. Buena comida y buenas raciones a buenos precios. La atención estupenda.

Calidad-precio aceptable, espacio de terraza amplio y agradable siempre que no haga demasiado calor.
Especial mención al camarero que nos atendió (Jonathan) amable y cercano.

Maravillosa situación, ideal para estar en la terraza. Por la noche, si el tiempo acompaña, se puede disfrutar de una maravillosa velada, ya que todo estaba buenísimo. Por poner un pero, la temperatura del vino debia de ser menor, solución un poco de hielo. Siempre que se presente la ocasión repetiremos como otras veces.

Sucio y poco cuidado. El personal trabaja con desgana. El lugar magnífico por lo espacioso y su ubicación. Es una pena no sacarle el partido que se le podría sacar.

Buen sitio para comer si no eres muy escrupuloso porque la comida no está mal, pero las mesas, las sillas, los suelos y los baños estan bastante sucios

Amplia terraza manteniendo las distancias de seguridad, la comida ha mejorado mucho desde hace unos meses. Atención a las patatas con salsas y los bocadillos muy apetecibles. Vuelvo a menudo, muy bien.

Encantada de que exista un lugar como este enfrente de la clínica Montpellier.
He residido 5 días en el hospital, atendiendo a mi marido y la cafetería del centro sanitario ha estado cerrada todo este tiempo.
En el restaurante El Seminario me han atendido muy bien, a un precio muy razonable y con una terraza espléndida.
Absolutamente recomendable.

Comida de FRITANGA, muy poca calidad. Y no me explico las normas inventadas del dueño. Si comes a menu si te reservan, sino NO. Hemos PEDIDO RACIONES y hemos dejado mas dinero, que si hibiesemos comido a Menú. Es un SIN SENTIDO

La carta es limitada, pero su terraza es muy cómoda para tomar algo fresquito en un lugar tranquilo. Ideal para ir con niños, ya que pueden jugar en su gran plaza sin peligro a salir a la calle. El servicio es bueno.

Da asco. Sucio, mal atendidos y la comida nefasta. No es tan difícil hacer unas papas, croquetas o huevos tos que se puedan comer. Un despropósito de sitio.

Huyan. Comida pésima (el queso camembert con confitura de tomate incluía como extra un pelo) y pringosa. Servicio peor (salvo camarera de zona terraza, muy amable). Y normas incomprensibles: en terraza solo menús del día, aunque te gastes el doble comiendo a raciones, te mandan a las sombrillas de la terraza.

Tiene una amplia terraza donde disfrutar de una tarde tranquila. El espacio donde está ubicada es tan amplío que los niños tienen sitio para jugar.

El servicio dejó bastante que desear. Estuvimos 35 minutos esperando a que nos tomaran nota, siendo que dentro no nos dejaban pedir nada. Tras los 35 minutos, sólo nos permitieron pedir bebidas, para la comida tuvimos que esperar otros 15 minutos. Varias cosas de la carta no las tenían disponibles. Los bocadillos estaban confundidos, no se aclaraban ni los camareros al servirnos. Un caos entre ellos. En resumen, no lo recomiendo.

Mucha variedad tanto en tapas como bocadillos y raciones, a un precio muy razonable, en una de las mejores terrazas de Zaragoza.
El servicio rápido y eficiente

Bien el lugar, sin embargo alguna de las camareras, muy desagradable y muy poco educada. Respuestas de mala gana, ausencia de respuesta a preguntas, remitirse a compañeras en vez de avisarlas.muy mal

El lugar esta bien el servicio sucios no limpian y en general deplorable las sillas sucias ideales para cocer huecos en verano una pena

La comida floja.
Podría estar mejor.
Nos pedimos lubina con verduras era 1/2 la cual estaba cruda.
La dejamos en el plato y el camarero ni pregunto.

El sitio está bien para tomar algo en su estupenda terraza. Pero el menú que yo pedí, al menos, era de bajo nivel.

Le hace falta un buen lavado de imagen a este bar.sobre todo a los aseos que dejan mucho que desear.parece mentira que estando al lado de un edificio oficial este en el estado que está.

La terraza es estupenda. El trato y la comida es tan mala como buena la terraza. Nos han servido unas croquetas viejas y agrias. Cuando he pedido la cuenta me las han cobrado aún habiendoles dicho que las retirasen. Su única disculpa ha sido, ningún cliente ha protestado.

La verdad es que se esta muy bien sobre todo en días soleados. Y hay mucho espacio para que jueguen los niños sin peligro. Los precios como en la plaza San Francisco y la cerveza un poco caliente para mi gusto. Iremos a comer algún día para probar.

El lugar está ideal si quieres pasar un buen día tomando algo en la terraza. Los niños pueden jugar mientras te tomas algo en compañía. En mi caso, fui a tomar algo, pero espero volver otro día a comer de menú.

Un sitio agradable y con una terraza bastante grande, quizas los precios son un poquito elevados en cuanto a la bebida, pero no exageradamente. Las patatas rosties estan muy buenas y las croquetas tambien.

Pocas medidas de seguridad contra el bicho, van recogiendo los vasos de las mesas con todos los dedos dentro de los vasos usados y sin lavarse las manos te ponen los cubiertos y los platos, vamos un desastre y la calidad de la comida de polígono bajo.

Penoso no tienen cuidado al retirar los vasos meten los dedos dentro de ellos y sin desinfectarse las manos te ponen los cubiertos vasos y platos, es como si el virus no fuera con ellos.
No volveremos más.

Llegamos a las 14.00 y tras 20 minutos sin atencion de camareros, entramos a pedir la carta para que nos digan que no nos dan de comer puesto que estan llenos con bastante mala educacion, siendo que habia varias mesas disponibles, 20 minutos perdidos en un sitio al que no recomiendo ir ni volvere a pisar.

Siempre que visito ésta zona de Zaragoza suelo parar a comer aquí, servicio profesional por parte cada uno de sus empleados.

Tardan en atender, el camarero de muy malas formas indica que está la cocina cerrada a las 14.20 por tener gente esperando para comer, pero no te lo dicen si no preguntas tu que sino ya tienes las bebidas puestas. Mal no vuelvo.

La comida está buena, estilo casero. Tapas variadas y muy ricas. El servicio tal vez un pelín desorganizado, pero atento a todo lo que se le pedía. Hay que tener en cuenta que el local es muy grande, y suelen tener el comedor y la terraza llena siempre. El precio puede que sea un pelín elevado para la calidad que se da en general.

Comida de menú bastante floja. No me esperaba mucho ya que vine hace medio año y comi mejor. Pero esta vez ya definitivamente no vuelvo.

Me parece un sitio q edta bien pero voy muy poco me parece carísimo se pasan 3 pueblos a robar a un banco siempre q puedo lo evito

Hacia mucho que no lo visitábamos, pero nos hemos llevado una grata sorpresa porque el personal ha sido muy amable y el capuchino que me han puesto me ha gustado mucho. Cuando las cosas se hacen con cariño salen muy bien.

Las pocas veces que he ido no me han dado ganas de volver.no grata la experiencia: el servicio sin ganas, el lugar sucio.tienen suerte de estar en un lugar donde poner una terraza y disfrutar del sol y el buen tiempo.

Estuve tomando un café, con la intención de preguntar por el menú de mediodía para comer allí, pero a las 11 de la mañana aún no tenían información del mismo

Una buena terraza para tomar el aire en las calurosas noches de verano. Un buen sitio para ir con los niños por el espacioso lugar para correr, ir en patín o bicicleta.

Bocadillos buenos, pero la atención hace que te den ganas de irte y eso es lo que hicimos la ultima vez que intentamos ir quedarnos a cenar.
Solo nos pusieron trabas para que no nos sentáramos en la terraza y eso que íbamos a quedarnos 9 personas.
El caso es que no es la primera vez.
No deben de cobrar muy bien los camareros porque de lo contrario no me explico que actúen así, pero su actitud le quita a uno las ganas de volver y eso la persona responsable debería tenerlo en cuenta.

Servicio lamentable. El sitio y la comida bien, pero desde que abrió hace años es lo mismo: pocos camareros, un jefe maleducado, todos cabreados, no te ayudan a buscar mesa, tardan hasta una hora en atenderte, se equivocan, hay que volver a llamarlos, con lo tardones e impertinentes que son. Se equivocan también en la cuenta. No mejoran, deben de estar satisfechos con ese servicio paupérrimo.

La carta regulera los bocatas nada del otro mundo El lugar para estos calores excepcional por los surtidores de agua.

No hemos comido nada mal. Las raciones son generosas y buen presentadas. El servicio un poco dispar, a las chicas se les notaba más profesionales ke los chicos. Puedes aparcar en el parquing y está incluido en la comida (detalle que se agradece con el calor que está pegando.). La cristalería un poco desgastada pero en general bien.

Mal servicio.mala educacion.cuando aprendan a servir un cafe sin derramarlo por el plato2 veces.volvere.

Servicio impertinente y raciones míseras. Yo, Dio, como experto culinario y otako higiénico en mis ratos libres no apruebo este sitio. Pero siendo sincero los chipirones y el risotto son aceptables pero ni se os ocurra pedir las patatas con huevos rotos por Dios

Ideal para tomar algo a la sombra en verano y al sol en invierno. Lástima que la cocina no abra hasta las 20h.