Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Lamentable: de la relación calidad precio solo tiene precio. 24€ por un menu, primer plato una degustación de migas (5 contadas) y de segundo carrilleras (puede que fuese un estropajo). No lo recomiendo ni como última opción.
Acogedor. Los camareros de diez. Atención extrema. Vichyssoise excelente y trabajada (sin el truco de la nata) Si quieres más vino, lo hay. Comida abundante, mejor reservar mesa y habitación a la vez, para poder hacer la digestión y descansar. Postres caseros. Melón en su punto. Mayonesa Helmanns. Vistas a la furgoneta de Vox que no para. Ambiente euskaldun. Volveremos!
Mi valoración global es buena, el hotel da un servicio correcto. Pero el estado de la habitación podría mejorar: grieta y humedad en el techo, puerta con un golpe, rota y el baño olía mucho a desagüe, que debe estar más relacionado con la instalación que con la limpieza porque si que estaba todo súper limpio. Las camas, grandes y cómodas. Si le dieran un repaso a la instalación, sería un hotel de 10. La atención también correcta.
El bar ha pegado un bajonazo muy grande fuimos por la tarde noche, pedimos una ración de bravas y nos recalentaron unas patatas fritas de la guarnicion del menú de mediodía con una salsa pseudo-brava más dos copas de cerveza 12€
La instancia muy agradable y el trato muy bueno, te sientes muy agusto desde el primer momento, la habitación lo único a mencionar que no tiene aire acondicionado pero tampoco se hecha de menos, ya que las noches son frescas, totalmente recomendable
Un establecimiento con mucho encanto. La cocina fantástica! Las magras con tomate y huevos de poner un pie en el infierno por ellas. La atención maravillosa y cabe reseñar la atención y espontaneidad de Elena hija de la dueña, es un joya en bruto, nos reímos muchísimo por su encanto y sinceridad. Muy muy recomendable
Servicio Horrible! No sólo no te sirven en tu mesa haciéndote levantarte para las consumiciones (cuando en ningún sitio se especifica selfservice) sino que además, cuando le hemos solicitado al camarero que por favor nos sirviera en mesa, ha sido maleducado burlándose con altanería y nos pidió que nos levantásemos nosotros a recogerlas.
Lo mínimo que uno espera cuando va a un Bar-Restaurante con servicio de mesa es no tener que estar levantándose a servirse uno mismo.y menos aún que te traten con chulería!
Comida normal, tirando a mala, comida hecha para el "turista" nada con gran sabor. La camarera del pelo claro súper agradable y amable, la otra camarera la grande de pelo corto y negro parecía que te estaba haciendo un favor por dejarte comer en su restaurante.
Comimos fenomenal; raciones grandes en el menú y muy sabrosas. El trato por parte de los camareros fue muy bueno también. Es un sitio recomendable si se pasa por Biescas.
Olor a cañería en todas las habitaciones. Horrible. <br/>Ademas, tuvimos un episodio desagradable con el encargado de la cafeteria del hotel a la hora del desayuno, porque bajamos antes de la hora la cual por cierto desconociamos. (al parecer abrian a las 9 y bajamos a las 8: 40), y le faltó echarnos.menos mal que éramos clientes del hotel. La educación y las buenas maneras brillaron por su ausencia. Gracias a la cocinera que como buena profesional que es, nos atendió muy amablemente sirviéndonos el desayuno.
Muy buena estancia y trato estupendo! Estuvimos alojados seis personas por trabajo, y tanto la habitación que era muy cómoda como la cena y la comida que tomamos allí nos pareció riquísima. 100% recomendable. Nos trataron de maravilla, estuvimos muy contentos.
Fuimos el domingo 30 de septiembre y, a pesar de que estaban a punto de cerrar por vacaciones y tenían la cocina escasa de materia de lo cual nos avisaron, comimos genial. Además, al ser temporada baja estuvimos muy tranquilos. Para repetir pronto.
Hemos caído aquí por casualidad y genial. La comida muy buena, especialmente el udón que son como unos fideos gruesos con verdura. El trato fantástico y rapidez. Tiene un menú del día que tiene muy buena pinta y, al menos los sábados, es de 18 euros pero tres platos. Totalmente recomendable
Valoración del restaurante. Muy buena opción si estás por la zona con buenos platos y tapas tanto en variedad, calidad, cómo en precio. Lo mejor la atención concretamente centrada en la camarera que nos atendió, siempre alegre y servicial.
Voy de vez en cuando a tomar un trago y alguna tapa con mis amigos y familiares y la verdad es que está todo muy bueno y hay buen servicio, lo único es que suele haber mucha gente.
Es un hotel antiguo pero acogedor y bien conservado. Bar restaurante aceptable. Las comidas del medio día las desconozco, pero las cenas estan bien y el servicio rápido y muy amables.
Una maleducada atiende ese negocio de escasa calidad gastronómica y precios excesivos a su nivel de atencion, donde una energúmena enorme manda callar a los cliente. Dicho vulgarmente un cafre detras de la barra, mal aseada y aspecto vomitivo.